Durante la actual pandemia por COVID-19, se han identificado un amplio espectro de manifestaciones clínicas relacionadas con la enfermedad. Dentro de las entidades clínicas asociadas a la enfermedad por COVID-19, el diagnóstico de novo de fibrilación auricular (FA) se ha identificado como una de las complicaciones cardiovasculares más frecuentes.
Diversos estudios han reportado la coexistencia de FA con otras entidades clinicas, como la infección por el virus influenza, el cual incrementa en un 18% el riesgo de ocurrencia de FA comparado con una cohorte de individuos controles pareados por edad y sexo. A su vez, se ha observado una prevalencia de 7-10% de FA durante la hospitalización índice en pacientes con síndrome de distress respiratorio o sepsis. Por lo antedicho y analizando el impacto del diagnóstico de novo de la FA, esta entidad se ha vinculado con un incremento de la morbimortalidad en el seguimiento.
En el contexto de las series de casos reportadas con COVID-19, existen discrepancias en relación a las implicancias clínicas del diagnóstico de FA de novo. Mientras que ciertas cohortes la identifican como marcador de la severidad de enfermedad, otras la vinculan como un factor pronóstico independiente de peor evolución clínica.
El objetivo del presente estudio realizado por Anna Rosenblatt y colaboradores de la Universidad de Texas (USA) fue determinar la incidencia e implicaciones clínicas de la FA con diagnóstico de novo en pacientes hospitalizados por COVID-19.
Se analizó con este propósito pacientes pertenecientes a una cohorte de un registro multicéntrico americano que incluía pacientes hospitalizados por COVID-19 (AHA COVID-19 CVD Registry), incluidos durante el periodo comprendido entre enero de 2020 a marzo de 2021. Se estratificó al total de la cohorte analizada de acuerdo a la presencia o ausencia del diagnóstico de FA de novo durante la hospitalización índice, y se analizó como objetivo primario a la mortalidad intrahospitalaria y al compuesto de eventos adversos cardiovasculares mayores (MACE, muerte por causa cardiovascular [CV], infarto agudo de miocardio [IAM], accidente cerebrovascular [ACV], shock cardiogénico [SC] e insuficiencia cardiaca [IC]). A su vez, mediante un análisis por regresión de Cox se analizó la asociación entre la ocurrencia de los objetivos primario y secundario en relación al diagnóstico de FA de novo.
En pacientes hospitalizados por COVID-19 se observó una elevada incidencia de fibrilación auricular de novo, la cual no se asoció de forma estadísticamente significativa con mayor mortalidad intrahospitalaria, identificándola como un marcador de riesgo más que un factor predictor de mortalidad.
Se incluyeron para el análisis un total de 30999 pacientes hospitalizados por COVID-19 pertenecientes a 120 instituciones médicas de los Estados Unidos, dentro de los cuales 27851 no presentaban antecedentes de FA. Durante la internación índice, se observó una incidencia de FA de novo en el 5.4% (n=1517). En este contexto, dentro del subgrupo de pacientes hospitalizados en unidad de cuidados intensivos, se observó una incidencia de FA de novo del 11.9%. Los pacientes con FA de novo fueron meas añosos, a predominio de sexo masculino y presentaban una mayor carga de comorbilidades cardiovasculares concomitanets, en relación a los pacientes sin diagnóstico de FA de novo.
El desarrollo de FA de novo durante la hospitalización índice se asoció a un incremento estadísticamente significativo de la mortalidad (45.2% vs. 11.9%) y de la ocurrencia de MACE (23.8% vs. 6.5%). Sin embargo, luego del ajuste por potenciales variables confundidoras (características demográficas, comorbilidades crónicas concomitantes y severidad de la enfermedad por COVID-19), esta asociación entre la FA de novo con la mortalidad (HR 1.10 [IC 95% 0.99-1.23]), y la ocurrencia de MACE (HR 1.31 [IC95%1.14-1.50]) se vio atenuada.
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Médico Cardiólogo UBA-SAC - Residente de Hemodinamia y Cardiología Intervencionista en Hospital Italiano de Buenos Aires - Editor MedEcs.