La indicación de los anticoagulantes orales directos (ACOD) en la práctica clínica trajo consigo la esperanza de mejorar la adherencia al tratamiento anticoagulante en pacientes con fibrilación auricular (FA) no valvular, gracias a la ausencia de necesidad de monitoreo y a la simplificación de la dosificación derivada de la reducción de las interacciones farmacológicas y entre alimentos. Sin embargo, la falta de adherencia a los ACOD para prevenir el accidente cerebrovascular (ACV) ronda el 40%, pero no está claro cuáles las razones principales que la expliquen.
Derjung M. Tarn y cols. publicaron en JACC: ADVANCES los resultados de una encuesta realizada a pacientes con FA anticoagulados con apixabán, de dos centros médicos académicos de Los Angeles y San Francisco, USA, con el objetivo de cuantificar las razones de no adherencia comunicadas por los pacientes y ver la posibilidad de encontrar estrategias para mejorarla.
Se evaluaron las razones de la falta de adherencia comunicadas por los pacientes y el nivel de falta de adherencia utilizando un esquema sencillo: la no adherencia se clasificó como leve (score no adherencia ≥80) y pobre si el puntaje era menor a 80, subdividiéndose en no adherencia moderada (60-80) y pobre adherencia (<60).
De un total de 8.365 encuestas enviadas, respondieron 2066 pacientes con FA/aleteo auricular (AA) que recibieron una prescripción de apixabán, de los cuales el 20.7% (n=428) reportaron no adherencia. De estos, 419 completaron la encuesta y constituyeron la población de este análisis.
La edad media de la población era 71.1±10 años, con un 41.5% de mujeres. La puntuación media CHA2DS2VASc era de 3.2±1.6. El 66% de los pacientes presentaron un score de no adherencia leve (≥80), 20% intermedio (60-79) y 14% adherencia pobre (score <60).
Globalmente, los olvidos fueron la causa más frecuente de falta de adherencia (80%), seguida de no experimentar síntomas de FA (13%), miedo al sangrado grave (9%), costo (8%), hematomas (7%), no creer que el apixabán fuera necesario (4%) y creer que era aceptable saltarse alguna dosis ocasionalmente (4%).
En el grupo con una falta de adherencia leve e intermedia, el 90% y 81% respectivamente reportó los olvidos como la causa más frecuente de no adherencia. Sin embargo, en el grupo de peor adherencia (<60), la causa más frecuente fue el temor al sangrado severo (39%) y la falta de síntomas (37%).
El análisis de regresión logística multivariable demostró que las razones asociadas con un score de adherencia <80 incluían: no creer que el apixabán fuera necesario (OR 12.24, IC95%: 2.25-66.47), costo de la medicación (OR 3.97, IC95%: 1.67-9.42) y miedo a los sangrados graves (OR 3.28, IC95%: 1.20-8.96).
Cuando se preguntó a los pacientes que medidas podrían ser de ayuda para mejorar la adherencia mencionaron más frecuentemente: la posibilidad de contar con un análisis de sangre para evaluar la eficacia, recibir asesoramiento médico sobre la importancia de mantener la adherencia, mejorar costos y disponer de un agente de reversión.
Casi la mitad de los pacientes no informaron a sus médicos de su falta de adherencia.
¿Qué podemos recordar?
Es posible que los pacientes no revelen su falta de adherencia a la medicación y las actitudes relacionadas con la falta de adherencia al apixabán difieren entre los pacientes con una falta de adherencia leve frente a los que tienen una adherencia deficiente.
Aunque todos los pacientes pueden beneficiarse de las estrategias para tratar los olvidos, las preocupaciones relacionadas con la finalidad del apixabán, el costo y el riesgo de hemorragia pueden requerir una atención especial en los pacientes con mala adherencia y riesgo de sangrado.
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