Las guías de práctica clínica recomiendan el reemplazo valvular aórtico (RVA) en pacientes con EA grave y reducción de la fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI), incluso en ausencia de síntomas clínicos, debido al impacto adverso del aumento de la poscarga sobre el ventrículo izquierdo (VI).
La EA moderada ejerce una poscarga fija sobre el corazón, y estudios recientes han identificado resultados clínicos adversos en pacientes que presentan ICFEr y EA moderada concomitantes. Sin embargo, los datos clínicos relativos a las implicancias clínicas de la EA moderada en pacientes con IC siguen siendo limitados.
Kathleen R. Khan y cols. buscaron cuantificar la incidencia y la carga de hospitalización por IC y la mortalidad en pacientes con EA moderada en comparación con pacientes con EA severa e ICFEr y aquellos con ICFEr sin EA.
Para ello, identificaron retrospectivamente a los pacientes con ICFEr, definida por una FEVI < 50% y los clasificaron según presentaban EA moderada, grave o no presentaban EA.
El punto final primario fue el compuesto de mortalidad por todas las causas y hospitalización por IC, el cual se comparó entre grupos y dentro de una cohorte emparejada por puntuación de propensión.
En total, se incluyeron 9.133 pacientes con ICFEr, de los cuales 374 y 362 presentaban EA moderada y severa, respectivamente.
Los pacientes con EA moderada o severa presentaban una edad más avanzada y más comorbilidades comparados con aquellos que no presentaban EA. La FEVI fue similar en los 3 grupos.
Durante una mediana de seguimiento de 3.1 años, no hubo diferencias en la tasa del punto final primario entre los pacientes con ICFEr con EA moderada y severa (62% vs 62,7%, p=0.68) pero si fueron significativamente mayores que en pacientes con ICFEr sin EA (45.9%, p<0.0001).
La mortalidad por todas las causas fue similar entre los pacientes con ICFEr con EA moderada y severa (42.2% vs 45.9%, p=0.37) y signficativamente mayor a la de los pacientes sin EA.
La hospitalización por IC ocurrió en el 43.6% de los pacientes con EA moderada, y fue significativamente mayor que la de los pacientes con ICFEr sin EA (30.3%, p<0.0001) y con EA severa (36.2%, p<0.05).
Dentro de una cohorte emparejada por puntuación de propensión, los pacientes EA moderada, en comparación con los pacientes sin EA, presentaron un mayor riesgo de ocurrencia del punto final primario (HR 1.24, IC95%: 1.04-1.49, p<0.01) y de cada uno de sus componentes y un número significativamente menor de días de vida fuera del hospital (p<0.001).
Durante el curso del estudio el 12.2% y 33.7% de los pacientes con EA moderada y severa respectivamente fueron sometidos a reemplazo valvular aortico quirurgico o percutáneo.
En los pacientes con EA moderada, el RVA se asoció en el análisis multivariable con un riesgo significativamente menor de mortalidad por todas las causas (HR 0.60 , IC95%: 0.36-0.99, p<0.05).
¿Qué podemos recordar?
En pacientes con ICFEr, la EA moderada predijo resultados clínicos adversos, con un mayor riesgo de hospitalización por IC y mortalidad en comparación con los pacientes sin EA.
Los autores destacan que, en base a estos resultados, está justificada la realización de nuevos estudios para determinar si el RVA en esta población mejora los resultados clínicos.
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