Los ciclos menstruales regulares a lo largo de la vida reproductiva son un indicador vital de la salud general de la mujer, ya que reflejan el normal funcionamiento del eje hipotálamo-hipofisario-ovárico. Por otro lado, los ciclos menstruales irregulares y prolongados son trastornos endocrinos comunes, con una prevalencia del 20%, que a menudo se atribuyen a alteraciones funcionales en el eje en mujeres en edad reproductiva. Se ha demostrado que los ciclos menstruales irregulares y prolongados están estrechamente relacionados con la resistencia a la insulina, las alteraciones metabólicas, el hiperandrogenismo e inflamación crónica. Estas condiciones se han asociado a un mayor riesgo de enfermedad coronaria, mortalidad relacionada, obesidad y diabetes tipo 2. Sin embargo, la evidencia que vincula las características del ciclo menstrual a lo largo de la vida reproductiva con la enfermeda cardiovascular (ECV) y la mortalidad cardiovascular continua siendo limitada.
En un estudio de cohorte realizado por Chensihan Huang y cols., utilizando la bas de datos del Biobank del Reino Unido, se evaluó si la regularidad y la duración del ciclo menstrual a lo largo de la vida están asociadas con eventos cardiovasculares.
Se definió el ciclo menstrual como irregular si la duración del ciclo era corto (≤21 días ) o largo (≥ 35 días) y regular si la duración estaba entre 22 y 34 días.
Se incluyeron 58.056 mujeres, con una edad promedio de 46.1 años, sin antecedentes de ECV al inicio del estudio y que declararon la regularidad y duración de su ciclo menstrual. La mediana de seguimiento fue de 11.8 años.
Se observó que la incidencia acumulada de ECV era mayor en las mujeres con ciclos irregulares en comparación con las mujeres con ciclos regulares (HR aj 1.19, IC95%: 1.07-1.31).
Del mismo modo, aquellas mujeres con ciclos menstruales cortos (≤21 días) presentaron un mayor riesgo de ECV que aquellas con un ciclo con una duración ente 28-34 días (HR aj 1.29, IC95%: 1.11-1.50).
En cuanto a los subtipos de ECV, las mujeres con ciclos irregulares presentaron un mayor riesgo de fibrilación auricular (HR 1.40, IC95%: 1.14-1.72), pero no de enfermedad coronaria, infarto de miocardio, insuficiencia cardiaca o accidente cerebrovacular. Esta asociación fue significativa tanto para las mujeres con ciclos cortos (HR aj 1.38, IC95%: 1.02-1.87) como largos (HR aj 1.30, IC95%: 1.01-1.66).
En modelos multivariables, se observó que las participantes con ciclos cortos presentaron un mayor riesgo de enfermedad coronaria (HR aj 1.41, IC95%: 1.16-1.72) e infarto de miocardio (HR aj 1.69, IC95%: 1.13-2.52) que aquellas con ciclos con una duración entre 28 y 34 días , aunque que estos resultados no fueron significativos en mujeres con ciclos largos.
No se observaron asociaciones significativas entre la longitud del ciclo menstrual y la regularidad con el ACV y la IC.
¿Qué podemos recordar?
Las mujeres con ciclos menstruales irregulares presentan un mayor riesgo de ECV. Además, la duración larga o corta del ciclo se asoció con un mayor riesgo de ECV y FA, pero no de infarto de miocardio, insuficiencia cardiaca y ACV.
La duración corta del ciclo menstrual se asoció significativamente con un mayor riesgo de enfermedad coronaria e infarto de miocardio.
Los autores destacan que en función de estos resultados, las mujeres con disfunción del ciclo menstrual podrían tener consecuencias adversas para la salud cardiovascular y ponen de relieve la importancia de vigilar las características del ciclo a lo largo de la vida reproductiva de la mujer.
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