La evidencia emergente sugiere que otras partículas de lipoproteínas, como las de muy baja densidad y sus remanentes, poseen un potencial aterogénico equiparable al del C-LDL. Estas partículas se incluyen en la medición de la apoliproteina B (apoB), que representa el número total de lipoproteínas aterogénicas circulantes, considerando además la aterogenicidad de las partículas con colesterol reducido. Dado que las partículas de LDL constituyen la mayoría de las lipoproteínas aterogénicas, existe una alta correlación entre el C-LDL y la apoB, lo que ha dificultado evaluar el valor adicional de la apoB sobre el C-LDL en la evaluación del riesgo de enfermedad cardiovascular aterosclerótica (ECVA).
Camilla Ditlev Lindhardt Johannesen y cols. introducen el término de “exceso de apoB” para evaluar el valor adicional de la apoB por encima del C-LDL y analizar una posible asociación dependiente de la dosis entre el exceso de apoB y un mayor riesgo de ECVA y muerte por todas las causas. Los autores plantearon la hipótesis de que el exceso de apoB sobre los niveles de C-LDL está asociado con un mayor riesgo de infarto agudo de miocardio (IAM), ECVA y mortalidad por todas las causas en un contexto de prevención primaria.
El exceso de apoB se definió como los niveles medidos de apoB menos los niveles esperados de apoB a partir del C-LDL solo; los niveles esperados se calcularon mediante regresiones lineales de los niveles de C-LDL frente a los niveles de apoB en individuos con triglicéridos ≤1 mmol/L (89 mg/dL).
El estudio incluyó a 53,484 mujeres y 41,624 hombres que no tomaban estatinas del Estudio de la Población General de Copenhague. El percentil 50, 75, 90 y 99 de exceso de apoB correspondió a niveles de 11 mg/dL, 25 mg/dL, 45 mg/dL y 100 mg/dL.
Hubo un aumento gradual en el tabaquismo actual, la presión arterial sistólica, el IMC y la diabetes con el aumento de los valores de exceso de apoB.
Durante un seguimiento mediano de 9.6 años, ocurrieron 2,048 IAM, 4,282 eventos de ECAS y 8,873 muertes.
Se encontró una asociación dosis-dependiente entre el exceso de apoB y el riesgo de IAM y ECAS en mujeres y hombres, así como una asociación con el riesgo de mortalidad por todas las causas en mujeres.
Para ECVA en mujeres, en comparación con aquellas con exceso de apoB <11 mg/dL, el HR ajustado multivariable fue 1.08 (IC 95%: 0.97-1.21) para exceso de apoB de 11 a 25 mg/dL, 1.30 (IC 95%: 1.14-1.48) para 26 a 45 mg/dL, 1.34 (IC 95%: 1.14-1.58) para 46 a 100 mg/dL, y 1.75 (IC 95%: 1.08-2.83) para exceso de apoB >100 mg/dL.
Los HR correspondientes en hombres fueron 1.14 (IC del 95%: 1.02-1.26), 1.41 (IC del 95%: 1.26-1.57), 1.41 (IC del 95%: 1.25-1.60), y 1.52 (IC del 95%: 1.13-2.05), respectivamente.
Los resultados fueron robustos en todo el espectro de LDL-C.
¿Qué podemos recordar?
Los niveles elevados de exceso de apoB se asocian con un aumento del riesgo de IAM, ECVA y mortalidad por todas las causas, siendo esta última observada solo en mujeres.
En el contexto de prevención primaria en la población general, el exceso de apoB puede identificar a 1 de cada 10 individuos que tienen un riesgo sustancialmente aumentado de enfermedad cardiovascular por encima del que se desprende solo del C-LDL, y lo más importante, esto es válido en todo el espectro del C-LDL.
Estos hallazgos respaldan la evaluación conjunta de la apoB y el C-LDL en la evaluación del riesgo de enfermedad cardiovascular en la práctica clínica, y que la apoB proporciona información pronóstica adicional importante.
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