La revascularización completa (RC) en comparación con la revascularización del vaso culpable (RVC) en pacientes con infarto agudo de miocardio (IAM) y enfermedad de múltiples vasos mejora los resultados clínicos.
Aunque los ensayos clínicos y los metaanálisis muestran reducciones en la mortalidad cardiovascular y el IAM con la RC, no se han demostrado reducciones en la mortalidad por todas las causas.
Además, persiste el debate sobre el momento óptimo de la RC (inmediata o por etapas) y los métodos de evaluación de las arterias no relacionadas con el infarto, ya sea mediante angiografía o fisiología coronaria.
Rohin K. Reddy y cols. llevaron a cabo una revisión sistemática actualizada y un metaanálisis en red que incluyó la totalidad de los datos aleatorios que investigan las estrategias de revascularización en pacientes que IAM y enfermedad de múltiples vasos.
El resultado primario fue la mortalidad por todas las causas. Como resultados secundarios de eficacia se evaluaron la mortalidad cardiovascular, el IAM, los eventos cardiacos adversos mayores (MACE) definidos según cada ensayo y la revascularización repetida. Los resultados de seguridad fueron la trombosis intrastent, la injuria renal aguda y el sangrado mayor.
Se incluyeron 24 ensayos clínicos, con un total de 16.371 pacientes.
En comparación con la RVC, la RC se asoció con una reducción del 15% en la mortalidad por todas las causas (RR 0.85, IC95%: 0.74-0.99, p=0.04).
Además, la RC se asoció con una reducción del 25% en la mortalidad cardiovascular (RR 0.75, IC95%: 0.61-0.91), del 30% en el IAM (RR 0.70, IC95%:0.55-0.90, p=0.0008), del 39% en los MACE (RR 0.61, IC95%: 0.50-0.74, p<0.001) y del 53% en la revascularización repetida (RR 0.47, IC95%: 0.35-0.65, p<0.001).
No se observaron diferencias significativas en los puntos finales de seguridad evaluados.
En los pacientes con IAM con elevación del ST, no se observó diferencias en la mortalidad por todas las causas entre la RC o del RVC (RR 0.91, IC95%: 0.78-1.05, p=0.18). Sin embargo, se observó una reducción significativa en la mortalidad cardiovascular (RR 0.78, IC95%: 0.62-0.99, p=0.04), el IAM (RR 0.71, IC95%: 0.54-0.94, p=0.02), los MACE (RR 0.59, IC95%: 0.48-0.74, p<0.001) y la nueva revascularización (RR 0.46, IC95%: 0.33-0.65, p<0.001) con la RC.
Las tasas de trombosis del stent, sangrado mayor y lesión renal aguda fueron similares.
En cuando al momento de la RC, no se observaron diferencias significativas en la mortalidad por todas las causas o cardiovascular entre la RC inmediata y por etapas. Sin embargo, la RC inmediata condujo a una reducción significativa del IAM y MACE en comparación con la RC por etapas.
La RC inmediata se clasificó más alta que la RC por etapas para reducir la mortalidad por todas las causas, cardiovascular, IAM y MACE.
No se observaron diferencias significativas en la mortalidad por todas las causas o cardiovascular, el IAM o los MACE entre la ATC guiada por angiografía y por fisiología coronaria.
¿Qué podemos recordar?
La revascularización completa luego de un IAM en comparación con la revascularización del vaso culpable, reduce la mortalidad por todas las causas, la mortalidad cardiovascular, el IAM, los MACE y la revascularización repetida.
Puede haber beneficios para completar la revascularización inmediata, pero se necesitan estudios adicionales para confirmar estos hallazgos.
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