La anorexia nerviosa (AN), un trastorno alimenticio caracterizado por un intenso miedo a ganar peso y un peso corporal bajo, está asociada con elevadas tasas de mortalidad y múltiples complicaciones cardiovasculares, como bradicardia, hipotensión, disfunción autonómica e insuficiencia cardíaca. A pesar de su alta frecuencia, los estudios epidemiológicos que evalúan su incidencia y riesgo son escasos y, en su mayoría, se limitan a pequeños estudios de casos o casos y controles.
Solo dos investigaciones basadas en registros han analizado el riesgo cardiovascular en pacientes con AN. Uno de ellos reportó un incremento significativo en el riesgo de eventos como taquicardia ventricular y paro cardíaco, aunque con números absolutos bajos y sin un análisis detallado de la evolución del riesgo a lo largo del tiempo.
Mei-Chih Meg Tseng y cols. realizaron un análisis de la incidencia y el riesgo de complicaciones cardiovasculares en una cohorte nacional de pacientes con AN, comparándolos con un grupo de control emparejado.
El estudio incluyó a 2.081 pacientes con AN y 20.810 controles emparejados, con un total de 22.891 participantes. La edad media de los pacientes fue de 24.9 ± 9.9 años, con un 91.3 % de mujeres.
Los eventos adversos cardiovasculares mayores (MACE) se definieron como la presencia de uno o más diagnósticos de cardiopatía isquémica, insuficiencia cardíaca (IC), accidente cerebrovascular (ACV) o mortalidad por todas las causas. Además, se evaluaron otras condiciones cardiovasculares, como miocardiopatías, valvulopatías, trastornos de conducción, aterosclerosis y paro cardíaco.
El 4.8 % de los pacientes con AN presentó MACE, en comparación con el 0.8 % de los controles. La incidencia fue significativamente mayor en el grupo con AN, con 9.63 frente a 1.65 eventos por cada 1.000 años-persona.
En comparación con los controles, los pacientes con AN mostraron un riesgo ajustado significativamente mayor para MACE (HR ajustado: 3.78; IC95%: 2.83-5.05) y para cualquier condición cardiovascular (HR ajustado: 1.93; IC95%: 1.54-2.41).
Entre las condiciones específicas, los trastornos de conducción fueron los eventos más frecuentes en pacientes con AN.
En los modelos ajustados, los pacientes con AN presentaron un mayor riesgo de insuficiencia cardíaca, trastornos de conducción, valvulopatías, miocardiopatías y paro cardíaco en comparación con los controles, sin diferencias significativas en el ACV, la aterosclerosis, la cardiopatía isquémica ni la enfermedad inflamatoria del corazón. Los riesgos más elevados se observaron para paro cardíaco (HR ajustado: 34; IC95%: 3.40-341) e insuficiencia cardíaca (HR ajustado: 4.64; IC95%: 2.62-8.63).
El riesgo de insuficiencia cardíaca congestiva, trastornos de conducción y enfermedad cardíaca estructural fue más pronunciado durante los primeros años de seguimiento y desapareció después de 60 meses. Sin embargo, el riesgo de cardiopatía isquémica aumentó significativamente después de los 60 meses de seguimiento (HR ajustado: 3.01; IC95%: 1.48-6.13).
¿Que podemos recordar?
Este estudio de cohorte nacional encontró un aumento significativo en el riesgo de condiciones cardiovasculares en pacientes con AN durante diferentes períodos de seguimiento tras el diagnóstico. Estos resultados destacan la necesidad de un monitoreo cuidadoso de las comorbilidades cardiovasculares desde el diagnóstico inicial, a lo largo del tratamiento y en el seguimiento a largo plazo.
La identificación temprana y el manejo adecuado de estas complicaciones pueden mejorar los resultados clínicos en esta población de alto riesgo.