Estudios recientes han sugerido que la reducción del riesgo de accidente cerebrovascular (ACV) y muerte asociado con la revascularización de la arteria carótida por via transcarotidea (TCAR) es atribuible principalmente al evitar la instrumentación del arco aórtico aterosclerótico durante la colocación de un stent. Sin embargo, no se han estudiado los beneficios de la inversión del flujo (TCAR-IF) en comparación con la protección embólica distal (TCAR-PED) para reducir el ACV o la muerte en TCAR.
Se analizaron todos los pacientes sometidos a colocación de stents en la arteria carótida por vía transcarotídea con IF o PED desde septiembre de 2016 hasta noviembre de 2019.
El punto final primario fue la ocurrencia de ACV intrahospitalario o la muerte.
Los puntos finales secundarios fueron el ACV, muerte, infarto de miocardio (IM) y la combinación de ACV, muerte e IM.
Se identificaron 8426 pacientes (TCAR-PED, n = 287; 3,4%).
TCAR IF se asoció con un menor riesgo de ACV intrahospitalario o muerte (1,6% frente a 5,2%; OR 0,35; IC 95%, 0,20-0,64; p = 0,001), accidente cerebrovascular (1,4% frente a 4,2%; OR 0,37; IC 95%, 0,20-0,68; P = 0,002) y accidente cerebrovascular / muerte / IM (2,0% frente a 5,2%; OR 0,41; IC 95%, 0,23- 0,71; P = 0,001) en comparación con TCAR-PED.
¿Qué podemos recordar?
En comparación con TCAR-PED, TCAR-IF se asoció con un menor riesgo de accidente cerebrovascular perioperatorio o muerte.
Este hallazgo implica que la inversión dinámica del flujo podría proporcionar una mejor neuroprotección que un filtro embólico distal para reducir el riesgo perioperatorio de accidente cerebrovascular. Los presentes hallazgos sirven para separar el beneficio clínico de la inversión dinámica del flujo del de evitar el arco aórtico durante la TCAR.
Interpretación: La angioplastia carotidea ha evolucionado mucho en los ultimos años, actualmente dista mucho de ser la que fue evaluada en los estudios randomizados que la comparaban con la endartectomía. Hubo un gran desarrollo en los tipos de stent, nuevos accesos (transcarotideo, para evitar el arco aórtico) y nuevas estrategias de protección cerebral. En este estudio se evidenció que la angioplastia carotidea con la estrategia de acceso transcarotídeo con protección por inversión de flujo redujo el riesgo de ACV o muerte comparado con la protección distal.
Más allá del resultado de este trabajo hay que esperar a los grandes estudios que están en curso actualmente (CREST-2 y ACST-2) para conocer con claridad y en base a información randomizada el papel de la angioplastia carotidea en la actualidad.
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Cardiólogo UBA-SAC. Jefe del Programa de Medicina Vascular del ICBA. Staff del servicio de ultrasonido del ICBA.