El tromboembolismo de pulmón (TEP) es una de las principales causas de morbimortalidad a nivel global, contando actualmente con múltiples estrategias terapéuticas disponibles en el mercado. Así, mientras que el tratamiento con anticoagulación sistémica es el tratamiento de elección para pacientes portadores de un TEP, se disponen de estrategias invasivas como la trombectomía quirúrgica o la terapia guiada mediante catéteres.
Los pacientes con TEP de riesgo intermedio-alto o alto suelen requerir un tratamiento precoz y oportuno para reducir la ocurrencia de eventos clínicos adversos en el seguimiento, principalmente secundarios a la disfunción ventricular derecha y a la insuficiencia cardiaca subsecuente. En este contexto, hasta la fecha se desconoce cuál es la mejor estrategia terapéutica para este subgrupo de pacientes.
El objetivo del presente estudio realizado por Parham Sadeghipour y colaboradores del Cardiovascular Intervention Research Center (Irán) tuvo como objetivo analizar el efecto de la trombolisis realizada mediante catéteres (TMC) más anticoagulación (ACO), en relación al tratamiento anticoagulante aislado, en términos de beneficios en la relación ecocardiográfica del ventrículo derecho/izquierdo (VD/VI) en el TEP agudo de riesgo intermedio-alto.
Se realizó con este propósito el estudio CANARY, un estudio aleatorizado abierto que incluyó para el análisis pacientes con TEP intermedio/alto pertenecientes a dos centros médicos de Irán, durante el periodo comprendido entre diciembre de 2018 a febrero de 2020. Así, se aleatorizó al total de la cohorte al tratamiento con TMC (alteplase a razón de 0.5mg/catéter/hora por un periodo de 24 horas) + ACO, o al tratamiento con ACO aislado. Se analizó como objetivo primario a la proporción de pacientes con relación VD/VI mayor a 0.9 a las 72 horas de la aleatorización, y a la mortalidad por todas las causas a 3 meses de seguimiento. Como objetivo primario de seguridad se analizó la ocurrencia de sangrados de acuerdo a la clasificación BARC 3 o 5.
El estudio fue detenido prematuramente por el desarrollo de la pandemia por COVID-19, luego de la inclusión de 94 pacientes. La edad promedio de la poblacion muestral fue de 58.4 años, con un 29% de sexo femenino, y solo 85 pacientes presentaron registros de parametros ecocardiograficos a 3 meses de seguimiento.
En pacientes con tromboembolismo agudo de pulmón de riesgo intermedio-alto, la estrategia terapéutica combinada de trombolisis realizada mediante catéteres más anticoagulación es una estrategia eficaz y segura, en relación a la anticoagulación aislada.
Se observó la ocurrencia del objetivo primario en el 4.3% dentro del subgrupo sometido a TMC+ACO, en relación a 12.8% dentro del subgrupo de pacientes bajo tratamiento con ACO aislado, sin observarse una diferencia estadísticamente significativa entre ambos subgrupos analizados (OR 0.31 [IC95% 0.06-1.69]; p=0.24).
Con un seguimiento a 3 meses, se observó una mediana significativamente menor de la relación VD/VI en pacientes sometidos a TMC+ACO (0.7 [RIC 0.6-0.7]), en relación al subgrupo de ACO aislado (0.8 [0.7-0.9]; p=0.01). Así, dentro de las 72 horas desde la aleatorización se observó una relación VD/VI mayor a 0.9 menor frecuentemente en pacientes del subgrupo TMC+ACO, en relación a aquellos con ACO aislada (27.0% vs. 52.1%. OR 0.34 [IC95% 0.14-0.80]; p=0.01).
Se evidenció una menor proporción de pacientes con el compuesto de muerte y relación VD/VI mayor a 0.9 dentro del subgrupo de pacientes sometidos a TMC+ACO, en relación al subgrupo bajo ACO aislada (4.3% vs. 17.3%; p=0.048). A su vez, en términos del objetivo de seguridad, solo un caso de sangrado gastrointestinal fatal se observó dentro del subgrupo sometido a TMC+ACO.
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Médico Cardiólogo UBA-SAC - Residente de Hemodinamia y Cardiología Intervencionista en Hospital Italiano de Buenos Aires - Editor MedEcs.