Exiten pocos datos de la era moderna de la prevención cardiovascular sobre la relación entre la fragilidad y la mortalidad cardiovascular.
La fragilidad fue definida utilizando un índice de fragilidad previamente validado que incluia 31 items.
El punto final primario fue la mortalidad cardiovascular.
Además, se realizaron análisis secundarios que evaluaron la relación entre la fragilidad y los eventos cardiovascular (infarto de miocardio, accidente cerebrovascular, necesidad de revascularización).
Se incluyeron en el análisis 3.068.439 veteranos, con una edad media de 74.1±5.8 años en 2002, 76±8.3 años en el 2014, 98% de hombre y 87.5% de participantes de raza blanca.
En 2002 la mediana de la puntuación de fragilidad fue de 0.16 (RIC 0.10-0.23), puntaje que aumentó y se estabilizó a 0.19 (RIC 0.10-0.32) para 2006.
Comparados con los pacientes no frágiles, la presencia de fragilidad se asoció con un mayor riesgo de mortalidad cardiovascular en cada etapa de fragilidad:
- Pre-Fragil: HR 1.6; IC 95%: 1.4-1.9
- Fragilidad leve: HR 2.7; IC 95%: 2.1-3.3
- Fragilidad moderada; HR 4.3; IC 95%: 3.3-5.6
- Fragilidad severa: HR 7.9; IC 95%: 6.2-10.3
La fragilidad se asoció también con un mayor riesgo de infarto de miocardio, accidente cerebrovascular, pero no de revascularización.
¿Qué podemos recordar?
En esta población de pacientes, tanto la presencia como la severidad de la fragilidad se asociaron con un mayor riesgo de mortalidad cardiovascular, independientemente de la enfermedad cardiovascular subyacente.
Los autores resaltan que hasta el momento, este estudio es el más actual y el de mayores dimensiones que evalúa la relación entre la fragilidad y la mortalidad cardiovascular.
En función de estos resultados se necesitan realizar futuros estudios para comprender como reducir este riesgo.