La cirugía de revascularización coronaria (CABG, por sus siglas en inglés) desempeña un papel fundamental en el manejo de la enfermedad arterial coronaria (EAC) avanzada, y los avances recientes en técnicas quirúrgicas han optimizado los resultados y la seguridad de este procedimiento, especialmente en casos de enfermedad del tronco coronario izquierdo o de tres vasos. La evaluación del riesgo asociado con la CABG implica el análisis de múltiples factores, incluyendo edad, antecedentes médicos, función cardíaca e índice de masa corporal, así como características específicas del procedimiento, como el grado y la localización de la enfermedad coronaria, la selección del injerto y la técnica quirúrgica. En este contexto, la malnutrición ha emergido como un factor determinante en el pronóstico cardiovascular.
El Índice Nutricional Pronóstico (PNI, por sus siglas en inglés) proporciona una medida objetiva del estado nutricional e inflamatorio a partir de un cálculo sencillo basado en el recuento de linfocitos y los niveles de albúmina. Su utilidad ha sido demostrada en la predicción de resultados cardiovasculares, con una aplicación destacada en la insuficiencia cardíaca y en pacientes con EAC. Sin embargo, su papel en el contexto de la cirugía cardíaca sigue siendo limitado, y su asociación con los resultados de la CABG no ha sido claramente definida.
Un reciente estudio de cohorte retrospectivo, liderado por Lin Sun y cols., evaluó si el PNI puede servir como un marcador pronóstico en pacientes sometidos a CABG. Para ello, se determinaron los niveles de albúmina y linfocitos en tres momentos clave: 48 horas antes, 24 horas después y al alta hospitalaria.
El PNI se calculó mediante la siguiente fórmula:
PNI = albúmina sérica (g/L) + (5 × recuento total de linfocitos en sangre periférica (10³/µL))
Entre los 2889 pacientes incluidos en el análisis, procedentes de cuatro centros, la edad media fue de 64,67±8,54 años, con una mayoría de hombres (76,4%). Del total, el 25.9% de los pacientes presentaban EAC estable, 63.6% EAC inestable (63,6%) y el 10.5% infarto agudo de miocardio. La fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) preoperatoria promedio fue de 58,6±9,42, y el PNI preoperatorio medio alcanzó los 49,28±5,38.
El 2,2% fallecieron dentro de los 30 días posteriores a la cirugía.
Un mayor PNI preoperatorio se asoció con menor mortalidad a corto plazo (OR=0,852 por cada aumento unitario; IC 95%: 0,802-0,904; p<0,001).
Durante un seguimiento mediano de 54,9 meses, fallecieron 199 de los 2825 pacientes dados de alta.
Aquellos con un PNI >40 al alta presentaron mayor supervivencia a largo plazo (log-rank p=0,003).
El PNI >40 al alta fue un predictor independiente de menor mortalidad a largo plazo (HR=0,718; IC 95%: 0,529-0,974; p=0,033).
¿Qué podemos recordar?
El PNI es un predictor relevante de la mortalidad en pacientes sometidos a CABG, y un PNI bajo se asocia con peor supervivencia tanto a corto como a largo plazo.