Los inhibidores del cotransportador sodio-glucosa tipo 2 (iSGLT2) han transformado el manejo de la diabetes mellitus tipo 2 (DM2), demostrando beneficios cardiovasculares y renales significativos más allá del control glucémico. Diversos ensayos clínicos y estudios observacionales han confirmado su capacidad para reducir la hospitalización por insuficiencia cardíaca, enlentecer la progresión de la enfermedad renal crónica y disminuir la mortalidad por todas las causas en esta población. Sin embargo, su uso también se ha asociado con un mayor riesgo de infecciones del tracto urinario (ITU) y genitales, lo que a menudo lleva a la discontinuación del tratamiento.
Si bien las ITU son frecuentes en pacientes diabéticos, las implicancias clínicas de su aparición durante el tratamiento con iSGLT2, así como el impacto de suspender estos fármacos tras un episodio infeccioso, no han sido completamente aclaradas. En este contexto Mei-Zhen Wu y cols. buscaron evaluar la relación entre la aparición de ITU, la discontinuación de iSGLT2 y los desenlaces cardiovasculares y renales en pacientes con DM2 tratados con esta clase de medicamentos.
Se llevó a cabo un estudio de cohorte a nivel poblacional que incluyó pacientes con DM2 que habían iniciado tratamiento con iSGLT2 entre enero de 2015 y junio de 2022.
Se analizaron los desenlaces cardiovasculares y renales, definiendo como desenlace primario cardiovascular un compuesto de hospitalización por insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovascular, infarto de miocardio o mortalidad por cualquier causa. El desenlace primario renal incluyó un descenso del 50% en la tasa de filtrado glomerular estimada (TFGe), insuficiencia renal terminal o mortalidad por cualquier causa.
El desenlace secundario fue la recurrencia de ITU. Para estimar el impacto de la discontinuación de iSGLT2 después de un episodio de ITU, se aplicó un diseño de emulación de ensayo clínico, con el objetivo de reducir sesgos inherentes a los estudios observacionales.
La cohorte incluyó 61 606 pacientes elegibles, de los cuales 3921 (6,36%) presentaron al menos un episodio de ITU durante el seguimiento. Los pacientes que desarrollaron ITU mostraron un riesgo significativamente mayor de desenlaces adversos tanto cardiovasculares como renales en comparación con aquellos sin ITU.
En detalle, el riesgo de desenlace cardiovascular compuesto fue 3,18 veces mayor (HR: 3,18; IC95%: 2,88–3,51) y el riesgo de desenlace renal compuesto fue 2,51 veces mayor (HR: 2,51; IC95%: 2,32–2,72).
Tras el episodio de ITU, el 32,31% de los pacientes discontinuó el tratamiento con iSGLT2.
La interrupción del tratamiento se asoció con un aumento adicional del riesgo cardiovascular (HR: 1,35; IC95%: 1,20–1,53) y renal (HR: 1,35; IC95%: 1,21–1,51) en comparación con quienes continuaron la terapia.
No obstante, el riesgo de recurrencia de ITU fue similar entre los grupos que continuaron o suspendieron el tratamiento (HR: 0,96; IC95%: 0,22–4,29).
¿Qué nos deja este estudio?
La aparición de una ITU en pacientes con DM2 tratados con inhibidores de SGLT2 se asocia con un incremento significativo en el riesgo de eventos cardiovasculares y renales adversos. Además, la discontinuación del tratamiento después de una ITU conlleva un riesgo cardiovascular y renal aún mayor, sin un beneficio claro en la reducción de recurrencia de infecciones urinarias.
Estos hallazgos refuerzan la importancia de una evaluación individualizada en caso de ITU, evitando la suspensión prematura de los iSGLT2 salvo en situaciones de infección severa o recurrente. Asimismo, subrayan la necesidad de estrategias de vigilancia y educación del paciente para identificar y tratar precozmente las ITU sin comprometer los beneficios cardiovasculares y renales de esta clase terapéutica.