La inflamación cumple un rol central en la fisiopatología de la aterosclerosis y en la aparición de eventos cardiovasculares, independientemente de los niveles de colesterol. La proteína C reactiva ultrasensible (PCRus) es un marcador de inflamación sistémica que ha demostrado valor pronóstico en diversos contextos clínicos. Evidencias previas, como las del estudio CANTOS, mostraron que la reducción de la PCRus se asocia con una disminución de la mortalidad cardiovascular. Asimismo, estudios con ecografía intravascular (IVUS) han vinculado niveles elevados de PCRus con un mayor volumen de ateroma y una mayor incidencia de eventos adversos.
En este contexto, Ole Fröbert y cols. llevaron a cabo un subanálisis del estudio PROSPECT II, con el objetivo de investigar si niveles basales elevados de PCRus se asocian con la presencia de placas coronarias no obstructivas de alto riesgo y con la aparición de eventos cardiovasculares en pacientes con infarto agudo de miocardio sin elevación del ST (IAMSEST).
PROSPECT II fue un estudio prospectivo, multicéntrico, que incluyó pacientes con infarto reciente. Luego del tratamiento de todas las lesiones con obstrucción significativa, se realizó una caracterización de las tres arterias coronarias mediante espectroscopía infrarroja cercana e IVUS, enfocándose en las lesiones no culpables no tratadas. En 501 pacientes con IAMSEST se analizó la relación entre los niveles basales de PCRus y las características morfológicas de las placas (contenido lipídico, carga de placa y área luminal). Los valores de PCRus se clasificaron como bajos (<1 mg/L), intermedios (1–3 mg/L) y altos (>3 mg/L).
La mediana de edad fue de 63 años, el 17,4 % eran mujeres y el 15,2 % presentaban diabetes mellitus. El nivel basal medio de PCRus fue de 3,1 mg/L. El 13,4 % de los pacientes presentaba un nivel bajo, el 36,1 % un nivel intermedio y el 50,5 % un nivel alto de PCRus.
El porcentaje de pacientes con al menos una placa altamente lipídica (definida por un índice máximo de carga del núcleo lipídico ≥324,7 en cualquier tramo de 4 mm) aumentó progresivamente según el nivel de PCRus: 39,4 % en el grupo de bajo nivel, 57,2 % en el intermedio y 59,3 % en el alto (p = 0,01). De forma similar, la proporción de pacientes con al menos una placa con una carga lipídica ≥70 % fue del 22,7 %, 27,2 % y 36,7 %, respectivamente (p = 0,01).
Los análisis multivariables confirmaron que niveles más altos de PCRus se asociaron con una mayor carga lipídica total y mayor volumen de placa. Un nivel elevado de PCRus incrementó la probabilidad de presentar placas altamente lipídicas, incluidas aquellas con una carga ≥70 %.
Sin embargo, la tasa de eventos cardiovasculares mayores a 4 años relacionados con lesiones no tratadas no mostró una asociación significativa con los niveles de PCRus en el análisis no ajustado (3,3 % en el grupo de PCRus bajo, 6,7 % en el intermedio y 8,2 % en el alto). Este hallazgo se mantuvo tras ajustar por variables clínicas y por la presencia de una o más placas de alto riesgo o de enfermedad coronaria difusa de alto riesgo.
¿Qué podemos recordar?
En pacientes con IAMSEST reciente, un nivel basal elevado de PCRus se asoció con una mayor prevalencia de aterosclerosis difusa y de placas coronarias focales con características de alto riesgo, aunque no se relacionó de forma significativa con los eventos cardiovasculares mayores a largo plazo.