La taquicardia ventricular (TV) está asociada con altas tasas de morbilidad y mortalidad. Aunque los cardiodesfibriladores implantables (CDI) son efectivos para prevenir la muerte súbita, no evitan los episodios recurrentes de TV. Además, los choques del CDI pueden impactar negativamente la calidad de vida, agravar la insuficiencia cardíaca y aumentar la mortalidad. La combinación de CDI con fármacos antiarrítmicos reduce parcialmente la frecuencia de episodios de TV; sin embargo, su eficacia varía y suele asociarse con efectos secundarios significativos.
La ablación por catéter es el tratamiento de elección para la TV idiopática y una estrategia esencial para reducir la carga de TV en pacientes con enfermedad cardíaca estructural. Sin embargo, los datos sobre resultados a largo plazo tras la ablación de TV son limitados.
En un análisis reciente, Laura Rottner y cols. publicaron los resultados clínicos a 10 años del Registro Alemán de Ablación, un estudio prospectivo y multicéntrico que incluyó a 334 pacientes sometidos a ablación por catéter de TV sostenida en 38 centros. Se incluyeron pacientes con corazones estructuralmente normales (35%) y con cardiopatía estructural (65%), de los cuales el 75% presentaba cardiopatía isquémica.
El seguimiento se realizó durante una mediana de 10.8 años, con una tasa de mortalidad por cualquier causa a 10 años del 39.4%. Los resultados fueron significativamente peores en pacientes con cardiopatía estructural, quienes presentaron una mortalidad estimada a 10 años del 54.8%, en comparación con aquellos con corazones estructuralmente normales (12.1%). Entre los pacientes con cardiopatía isquémica, la mortalidad estimada a 10 años fue aún mayor, alcanzando el 62.4%.
Los predictores independientes de mortalidad tras la ablación de TV incluyeron la edad (HR 2.35, IC95%: 1.90-2.92, por década), la fracción de eyección del ventrículo izquierdo ≤ 30% (HR 2.11, IC95%: 1.44-3.10), la diabetes (HR 1.73, IC95%: 1.14-2.61), la TV incesante (HR 2.96, IC95%: 1.74-5.03) y el fracaso agudo del procedimiento (HR 2.57, IC95%: 1.39-4.77).
El fracaso del procedimiento fue el único predictor estadísticamente significativo de recurrencia de TV durante el seguimiento (HR 3.76, IC95%: 1.59-8.91).
¿Qué podemos recordar?
En una cohorte de pacientes no seleccionados, la mortalidad por cualquier causa estimada a 10 años tras la ablación de TV fue del 39.4%, siendo mayor en pacientes con cardiopatia estructural y particularmente elevada en aquellos con cardiopatia isquémica.
El éxito agudo del procedimiento es un factor determinante tanto para la recurrencia de TV como para la mortalidad a largo plazo.