La insuficiencia mitral funcional auricular (AFMR, por sus siglas en inglés) representa un subtipo específico de regurgitación mitral caracterizado por dilatación de la aurícula izquierda en presencia de válvulas mitrales estructuralmente normales y función ventricular izquierda conservada. Esta entidad es común en adultos mayores con fibrilación auricular persistente o permanente y plantea desafíos clínicos importantes, sobre todo en pacientes frágiles y de alto riesgo quirúrgico. Aunque la reparación mitral percutánea mediante técnica borde a borde (TEER) ha surgido como una opción terapéutica en estos pacientes, su impacto en el pronóstico, en comparación con el tratamiento médico, no había sido claramente establecido.
Durante el Congreso euroPCR 2025 se presentaron datos de un análisis conjunto de dos importantes registros multicéntricos japoneses: el OCEAN-Mitral Registry y el REVIVAL-AFMR Registry. El primero es un estudio prospectivo que recopila datos de pacientes tratados con TEER mediante MitraClip entre 2018 y 2023 en 21 centros. El segundo es un registro retrospectivo que incluye 26 centros y se centra específicamente en la prevalencia y tratamiento de la AFMR, con inclusión de pacientes evaluados mediante ecocardiografía transesofágica en 2019.
Para este análisis, se seleccionaron pacientes con AFMR definida como regurgitación mitral sin degeneración valvular, con tamaño y función ventricular izquierda normales y aurícula izquierda dilatada. Se excluyeron pacientes duplicados entre registros para evitar sesgos. El análisis final incluyó 441 pacientes tratados con TEER y 640 pacientes que recibieron solo tratamiento médico.
Los pacientes del grupo TEER eran mayores y presentaban síntomas más avanzados de insuficiencia cardíaca, así como regurgitación mitral más severa. Inicialmente, las curvas de supervivencia de Kaplan-Meier mostraban una peor evolución en el grupo médico. Para corregir las diferencias basales entre ambos grupos, se aplicó un análisis con puntuación de propensión, permitiendo un balance adecuado de 31 variables clínicas conservando el tamaño muestral. La edad media fue de 81,7 años, el 28% de los pacientes se encontraba en clase funcional avanzada y el 42,6% tenía regurgitación mitral moderada en reposo.
Tras el ajuste, TEER se asoció de forma significativa con una menor incidencia de eventos clínicos tanto para el objetivo primario como secundario.
Un hallazgo crucial fue el grado de insuficiencia mitral residual al alta. Los pacientes que lograron una regurgitación leve o menor tras el procedimiento presentaron un mejor pronóstico comparado con aquellos tratados solo médicamente. En cambio, los que presentaban regurgitación mitral residual moderada o severa no mostraron diferencias en eventos respecto al grupo médico.
Estos resultados adquieren especial relevancia considerando que ni las guías de la ESC ni las del ACC/AHA incluyen recomendaciones específicas sobre el uso de TEER en pacientes con AFMR, mientras que las guías japonesas lo sugieren únicamente para alivio sintomático. En la práctica diaria, sin embargo, TEER es cada vez más utilizado en este perfil de pacientes, típicamente ancianos y frágiles.
¿Qué nos deja este estudio?
Este estudio ofrece la primera evidencia robusta que respalda este enfoque clínico, demostrando que TEER se asocia a una mejora en el pronóstico de pacientes con AFMR, siempre que se logre un control efectivo de la regurgitación mitral. Aunque se requieren estudios adicionales para confirmar estos hallazgos, los datos actuales fortalecen el rol de la intervención percutánea en este subgrupo cada vez más prevalente.