La pérdida del olfato y gusto son síntomas característicos de la infección por el SARS-CoV-2.
Con el objetivo de evaluar la prevalencia y los factores de riesgo asociados a las disfunciones del olfato y gusto en pacientes con COVID-19 los autores realizaron un estudio observacional y retrospectivo en 376 pacientes con infección documentada por SARS-CoV-2 ingresados en el Hospital San Gerardo de Monza, Italia entre marzo y julio de 2020.
Todos los pacientes respondieron un cuestionario telefónico que proporcionaba información sobre la edad, el sexo, el hábito de fumar y las características clínicas.
La prevalencia de las disfunciones del olfato y gusto en los pacientes con COVID-19 fue del 33,5 y el 35,6%, respectivamente.
Las disfunciones del olfato se asociaron directamente de forma significativa con el tabaquismo actual y con los antecedentes de alergia, siendo los OR multivariados de 6,53 (IC 95%: 1,16-36,86) para los fumadores actuales vs los que nunca fumaron, y de 1,89 (IC 95%: 1,05-3,39) para los alérgicos frente a los no alérgicos.
La alergia respiratoria, en particular, se asoció significativamente con las disfunciones del olfato (OR multivariado 2,30; IC 95%: 1,02-5,17).
Se observaron asociaciones inversas significativas para los pacientes de 60 años o más (OR multivariado 0,33; IC 95%: 0,19-0,57) y la hospitalización (OR multivariado 0,22; IC 95%: 0,06-0,89).
En cuanto a las disfunciones del gusto, tras tener en cuenta otras variables, se encontró una asociación directa significativa con las alergias respiratorias (OR 2,24; IC 95%: 1,03-4,86), y sólo se encontró una asociación inversa para la hospitalización (OR 0,21; IC 95%: 0,06-0,76).
¿Qué podemos recordar?
El tabaquismo actual y los antecedentes de alergia (sobre todo respiratoria) aumentan significativamente el riesgo de pérdida del olfato en los pacientes con COVID-19.
Por su parte, la alergia respiratoria se asoció significativamente a la pérdida del gusto.
La hospitalización tiene una asociación inversa con el riesgo de disfunciones del olfato y del gusto, lo que sugiere que pueden ser síntomas característicos de una infección por SARS-CoV-2 menos grave.