Los pacientes con insuficiencia cardíaca (IC) preexistente tienen un mayor riesgo de complicaciones en la enfermedad coronavirus-2019 (COVID-19), pero los datos sobre esta población son escasos.
Alvarez-Garcia y colaboradores describieron el perfil clínico y los resultados asociados en pacientes con IC hospitalizados con COVID-19.
Se trata de un análisis retrospectivo de 6.439 pacientes admitidos por COVID-19 en 1 de los 5 hospitales del Sistema de Salud de Mount Sinai en la ciudad de Nueva York entre el 27 de febrero y el 26 de junio de 2020.
Del total de pacientes, el 6,6% (422) presentaban antecedentes de IC. La edad media de la población fue de 63,5 años, y el 45% eran mujeres.
La hipertensión arterial (34.5%), la obesidad (27.9%) y diabetes (22.8%) fueron las comorbilidades más frecuentes y un tercio de los pacientes estaban tratados con inhibidores del eje renina-angiotensina previo a la admisión por COVID-19.
En comparación con los pacientes sin IC, aquellos con IC previa tuvieron una mayor duración de la internación (8 días vs. 6 días; p < 0,001).
El 17.1% de la población total requirió internación en unidad de cuidados intensivos, y el 12.6% requirió asistencia ventilatoria mecánica. Ambos eventos fueron más frecuentes en pacientes con IC previa (OR 1.52; IC 95%: 1.20-1.92; p=0.001 y OR 2.18; IC 95%: 1.71-2.77; p<0.001, respectivamente).
La mortalidad global fue del 25.8%, sin embargo, el riesgo de mortalidad en pacientes con IC fue significativamente mayor (40% vs 24,9%; OR 2.02;IC 95%: 1.65-2.48; p<0.001).
Luego de realizar un análisis multivariado por variables demográficas relevantes, comorbilidades, tratamiento previo con inhibidores del eje renina-angiotensina y marcadores de severidad clínica durante la admisión, la historia de IC continuó siendo un factor de riesgo independiente para admisión en unidad de cuidados intensivos, intubación, ventilación mecánica y mortalidad intrahospitalaria.
Los eventos en los pacientes con IC fueron similares, independientemente de la fracción de eyección o del uso de inhibidores de renina-angiotensina-aldosterona.
¿Qué debemos recordar?
La historia de la IC se asoció con un mayor riesgo de ventilación mecánica y mortalidad entre los pacientes hospitalizados por COVID-19, independientemente de la función sistólica del ventrículo izquierdo.