La fibrilación auricular (FA) es un importante factor de riesgo para la ocurrencia de muerte, accidente cerebrovascular (ACV), insuficiencia cardíaca, deterioro cognitivo y demencia.
Aunque la anticoagulación es muy eficaz para prevenir el ACV clínico y se ha asociado a un menor riesgo de demencia, faltan datos prospectivos sobre el desarrollo de nuevas lesiones cerebrales y su asociación con el deterioro cognitivo en los pacientes con FA anticoagulados.
Michael Kuhne y cols. utilizando la base de datos del registro multicéntrico SWISS-AF evaluaron la asociación de las lesiones cerebrales clínicamente manifiestas y silentes con la función cognitiva en pacientes con FA.
Se incluyeron 1227 pacientes con FA a quienes se les realizó una resonancia magnética (RM) cerebral al inicio y luego de 2 años de seguimiento.
Se cuantificaron los nuevos infartos no corticales pequeños (INCP) y los infartos grandes no corticales o corticales (IGNCC), las lesiones de la sustancia blanca y los microsangrados.
Desde el punto de vista clínico, los infartos silentes se definieron como nuevos INCP/IGNCC en la resonancia magnética de seguimiento en pacientes sin un ACV clínico o un ataque isquémico transitorio (AIT) durante el seguimiento. La cognición se evaluó mediante pruebas validadas.
La edad media de los pacientes era de 71 años, el 26,1% eran mujeres y el 89,9% estaban anticoagulados (56.2% con anticoagulantes orales directos).
Durante el seguimiento, el 2.3% de los pacientes presentaron un nuevo ACV/AIT clínico durante los 2 años de seguimiento.
El 5.5% de los pacientes presentaron 1 o más SNCI/LNCCI. De estos pacientes, el 88.2% se encontraban anticoagulados al inicio y el 85.3% presentaron un infarto silente.
El 18.7% de los pacientes presentaron lesiones de sustancia blanca y el 11.4% microsangrados.
En un modelo multivariable, la edad (OR por 10 año de aumento 1.89; IC 95%: 1.30-2.78, p=0.001) y la historia de ACV/AIT (OR 1.95; IC 95%: 1.11-3.32, p=0.017) se asociaron con un mayor riesgo de nuevas SNCI/LNCCI.
Los pacientes con infartos cerebrales clínicos o silentes presentaron un mayor deterioro cognitivo comparados con los pacientes sin nuevos infartos cerebrales.
Las lesiones de sustancia blanca y los microsangrados no se asociaron con el desarrollo de deterioro cognitivo.
¿Qué podemos recordar?
En una cohorte contemporánea de pacientes con FA, el 5,5% presentó un nuevo infarto cerebral en la RM después de 2 años.
La mayoría de estos infartos fueron clínicamente silenciosos y se produjeron en pacientes anticoagulados.
Los nuevos infartos cerebrales se asociaron con el deterioro cognitivo y esta asociación fue similar en los pacientes con infartos cerebrales clínicamente manifiestos y silentes.
Estos datos sugieren que la anticoagulación por sí sola puede no ser suficiente para prevenir el daño cerebral progresivo en todos los pacientes con FA.