La fibrilación auricular (FA) es en la actualidad la arritmia más frecuentemente reportada a nivel global. En este contexto, diversos estudios han demostrado que la ocurrencia de FA se asocia a la presencia concomitante de múltiples factores de riesgo cardiovascular (CV).
A fin de implementar un tratamiento médico oportuno e individualizado para cada caso clínico, es de vital importancia identificar aquellos factores asociados a mayor riesgo de ocurrencia de FA para identificar al subgrupo de pacientes de mayor riesgo. Sin embargo, y considerando la elevada carga de factores de riesgo CV, no es tarea fácil identificar aquellos factores de riesgo independientes mediante el análisis de potenciales confundidores.
Diversos estudios han demostrado que las mujeres presentan un menor riesgo de ocurrencia de FA en relación a los hombres; sin embargo, aún no se ha analizado en profundidad si este efecto protector asociado al género se encuentra vinculado a la carga de comorbilidades concomitantes, al hábito constitucional y otros factores asociados.
El objetivo del presente estudio realizado por Hasan Siddiqi y colaboradores de la Universidad de Vanderbilt fue analizar las diferencias en la ocurrencia de FA de acuerdo al sexo, y las discrepancias contemporáneas de los factores de riesgo cardiovascular en relación al género.
Se realizó con estudio de cohorte prospectivo a partir de la cohorte del estudio VITAL, un estudio aleatorizado que analizó las implicancias de los suplementos de vitamina D y acidos grasos omega 3 en la incidencia de FA de pacienets de sexo masculino mayores de 50 años y mujeres mayores de 55 años, sin antecedenets conocidos de FA previa, enfermedad cardiovascular o cáncer.
Se consideró como factores de explosición a explorar el sexo, medidas antropométricas (peso, altura, índice de masa corporal, superficie corporal) y cualquier otro factor potencialmente asociado a la ocurrencia de FA, documentado al inicio del estudio. Así, se analizó como objetivo primario a la ocurrencia de FA documentada mediante registro médico.
Se incluye para el análisis un total de 25119 individuos. La edad promedio de la poblacion muestral fue de 67.0 años, con un 51% de sexo femenino. Con una mediana de seguimiento de 5.3 años, fueron reportados un total de 900 eventos de FA entre 12362 hombres (495 eventos, 4%), y 12757 mujeres (405 eventos, 3.2%).
Las mujeres sin antecedentes de enfermedad cardiovascular previa presentan menos riesgo de ocurrencia de FA, en relación a los hombres, efecto que podría estar asociado a las dimensiones corporales.
Luego del ajuste por edad de los individuos y tratamiento médico prescrito, se observó que las mujeres presentaban un menor riesgo de ocurrencia de FA, en relación a los hombres, con una diferencia estadísticamente significativa entre los subgrupos analizados (HR 0.68 [IC95% 0.59-0.77]; p<0.001).
Esta asociacion inversa entre el sexo femenino con la incidencia de FA se mantuvo constante luego del ajuste por edad, etnia, tabaquismo, ingesta de alcohol, hipertensión arterial, diabetes mellitus tipo 1-2 y gestacional, enfermedad tiroidea, ejercicio físico realizado e indice de masa corporal (HR 0.73 [IC95% 0.63-0.85]; p<0.001).
Contemplando lo amtedicho, se observo una asociacion positiva entre la ocurrencia de FA y el sexo femenino cuando la altura (HR 1.39 [IC95% 1.14-1.72]; p=0.001), la altura y el peso corporal (HR 1.49 [IC95% 1.21-1.82]; p<0.001), y la superficie corporal (HR 1.25 [IC95% 1.06-1.49]; p=0.009) fueron sustituidos por el indice de masa coproral en el modelo multivariado. Sin embargo, mediante un modelo de análisis estratificado los factores de riesgo CV asociado a la ocurrencia de FA fue similar entre ambos sexos.
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Médico Cardiólogo UBA-SAC - Residente de Hemodinamia y Cardiología Intervencionista en Hospital Italiano de Buenos Aires - Editor MedEcs.