Es sabido que los pacientes con fibrilación auricular (FA) presentan un mayor riesgo de sangrado durante los primeros 6 meses a 1 año luego de iniciar la terapia anticoagulante. Además, la coadministración de amiodarona con warfarina ha demostrado aumentar considerablemente el RIN, incrementando así el riesgo de sangrado si no se ajusta adecuadamente la dosis de warfarina.
Tanto el rivaroxabán como la amiodarona son frecuentemente prescritos para el tratamiento de FA. Sin embargo, las interacciones droga-droga entre rivaroxabán y amiodarona pueden aumentar la exposición al rivaroxabán. A pesar de ello, la relevancia clínica de esta interacción no está clara.
Con el propósito de evaluar el riesgo de sangrado en pacientes con FA tratados con la combinación de rivaroxabán y amiodarona, Zi Wang y cols. llevaron a cabo un estudio prospectivo, observacional y unicéntrico.
El punto final primario fue la primera aparición de cualquier tipo de hemorragia conforme a las definiciones establecidas por la Sociedad Internacional de Trombosis y Hemostasia (ISTH) durante un periodo de 3 meses (sangrado mayor, no mayor clínicamente relevante y menor). Para recopilar los datos sobre los episodios hemorrágicos, se llevó a cabo un seguimiento prospectivo mediante llamadas telefónicas a lo largo de esos 3 meses.
El estudio incluyó un total de 481 pacientes con fibrilación auricular de reciente diagnóstico que se encontraban anticoagulados con rivaroxabán. Luego de un emparejamiento por puntaje de propensión, se seleccionaron 154 pacientes en el grupo rivaroxabán y otros 154 en el grupo combinado, con características demográficas equilibradas.
El punto final primario ocurrió en el 26% de los pacientes del grupo combinado, en comparación con el 10.4% de los pacientes del grupo tratado exclusivamente con rivaroxabán (HR 2.76, IC95%: 1.55-4.93, p<0.001).
Únicamente se reportó un caso de sangrado mayor en el grupo rivaroxabán.
Tanto el sangrado no menor clínicamente relevante (13% vs. 4.5%, p=0.014) como el sangrado menor (13% vs. 5.2%, p=0.028) fueron significativamente mayores en el grupo de tratamiento combinado.
El análisis de subgrupos en el que se comparó una dosis menor de rivaroxabán frente a una dosis de 20 mg no mostró diferencias significativas en el criterio de valoración principal. Sin embargo, el sangrado fue más frecuente en el grupo combinado en pacientes con enfermedad renal crónica, mientras que no se observó un aumento significativo en aquellos sin compromiso renal.
Es importante destacar que una limitación importante de este estudio es que no se midieron los niveles de rivaroxabán anti-Xa, por lo que no se pudo establecer una conexión directa entre el aumento del riesgo de hemorragia y el aumento de los niveles de rivaroxabán.
¿Qué podemos recordar?
La combinación de rivaroxabán y amiodarona aumentó el riesgo de sangrado en pacientes con fibrilación auricular, especialmente de sangrado no mayor clínicamente relevante y sangrado menor.
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