La fibrilación auricular (FA) y la enfermedad renal terminal son frecuentes y se asocian con un pronóstico desfavorable.
Aunque los anticoagulantes orales están bien establecidos para prevenir la tromboembolia, su aplicabilidad en pacientes sometidos a diálisis a largo plazo continúa siendo materia de debate.
Se han publicado los datos de una revisión sistemática y metaanálisis en red, llevada a cabo por Ting-Wie Kao y cols., cuyo propósito fue determinar la eficacia y seguridad de la anticoagulación en la población dependiente de diálisis.
Se incluyeron los estudios publicados hasta diciembre de 2022 y se compararon los resultados de seguridad y eficacia de los anticoagulantes orales directos (ACOD: dabigatrán, rivaroxabán, apixabán 2.5/5 mg al día), los antagonistas de la vitamina K (AVK) y la no anticoagulación.
Se evaluaron eventos como sangrado mayor, tromboembolismo y mortalidad por todas las causas.
Se incluyeron un total de 42 estudios, que incluían 3 ensayos controlados aleatorizados, con 185.864 participantes.
En comparación con la no anticoagulación, el uso de AVK (HR 1.47, IC95%: 1.34-1.61), pero no de ACOD (HR 1.08, IC95%: 0.92-1.27) se asoció con un riesgo significativamente mayor de sangrado mayor.
Además, el uso de ACOD se asoció con una reducción significativa del riesgo de sangrado mayor en comparación con los AVK (HR 0.74, IC95%: 0,64-0.84).
No se observaron diferencias significativas en el riesgo de tromboembolia entre AVK (HR 1.03, IC95%: 0.89-1.19) o ACOD (HR 0.92, IC95%: 0.67-1.28) y la no anticoagulación.
Los ACOS se estratificaron según los distintos tipos para realizar comparaciones adicionales. En comparación con los AVK, el uso de dabigatrán (HR 0.70, IC 95%: 0.53-0.93), apixabán (HR 0.72, IC 95%: 0,61-0,86) y rivaroxabán (HR 0.80, IC 95%: 0,61-1,04) se asoció con un menor riesgo de hemorragia, aunque la significación estadística sólo se alcanzó con los 2 primeros.
Además, dabigatrán y rivaroxabán se asociaron a un menor riesgo de embolia, aunque sin significación estadística, en comparación con la no anticoagulación o los AVK.
No hubo diferencias en la mortalidad por cualquier causa con la administración de AVK, ACOD o la no anticoagulación.
¿Qué podemos recordar?
En poblaciones dependientes de diálisis, dabigatrán y rivaroxabán se asociaron a una mayor eficacia, mientras que dabigatrán y apixabán demostraron una mayor seguridad.
La no anticoagulación fue una alternativa no inferior, y los AVK se asociaron a los peores resultados.
Los autores remarcan en función de estos resultados que la estrategia de anticoagulación debe adaptarse individualmente.
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