Los pacientes con diabetes presentan un pronóstico desfavorable tras los síndromes coronarios agudos (SCA), debido a una mayor incidencia de placas vulnerables, arterias coronarias de menor diámetro y una alta prevalencia de enfermedad multivaso, lo cual resulta en mayores tasas de reestenosis, infarto y mortalidad después de una angioplastia coronaria (ATC).
La angiografía, aunque útil, tiene limitaciones en la evaluación precisa de las lesiones y en la expansión de los stents, lo que puede mejorar mediante el uso de imágenes intravasculares. La ATC guiada por imágenes intravasculares, específicamente mediante ultrasonido intravascular (IVUS), ha demostrado reducir eventos isquémicos en comparación con la guía angiográfica. Sin embargo, los beneficios de la guía con IVUS en pacientes de alto riesgo con diabetes y SCA aún no están claros.
En el estudio IVUS-ACS, que incluyó a 3,505 pacientes con SCA, el uso de IVUS mostró mejoras significativas en el objetivo primario a 1 año: menor tasa de falla del vaso objetivo (TVF, por sus siglas en inglés), infarto no relacionado con el procedimiento y necesidad de revascularización repetida, en comparación con la guía angiográfica. Los pacientes fueron estratificados según la presencia de diabetes, permitiendo un análisis específico de los beneficios del IVUS en esta población.
En el Congreso TCT 2024 se presentaron los resultados de un subanálisis preespecificado del estudio IVUS-ACS, enfocado en la efectividad de la ATC guiada por IVUS frente a la angiografía en pacientes con SCA y diabetes.
Entre el 20 de agosto de 2019 y el 27 de octubre de 2022, 1,105 pacientes con diabetes y SCA fueron aleatorizados: 554 al grupo guiado por IVUS y 551 al grupo guiado por angiografía.
El criterio de valoración principal fue la TVF a 1 año, definida como un compuesto de muerte cardíaca, infarto de miocardio en el vaso tratado o revascularización del vaso tratado clínicamente indicada.
La edad media de los participantes fue de 62±10 años, el 31.6% eran mujeres y el 26.5% requerían insulina.
Los pacientes con diabetes presentaron lesiones coronarias más complejas que aquellos no diabéticos.
Con respecto al procedimiento, la ATC guiada por IVUS mostró una tasa de éxito ligeramente superior (99.6% vs. 98.4%, p=0.032), aunque aumentó la duración del procedimiento en 21 minutos y el uso de contraste en17 ml.
En el seguimiento a 1 año, la ATC guiada por IVUS redujo significativamente la TVF en comparación con la ATC guiada por angiografía (3.6% vs 8.3%; HR 0.46, IC95%: 0.27-0.81; P = 0.007), impulsada por una reducción en la revascularización del vaso tratado clínicamente indicada (0.9% vs 3.8%; P = 0.003).
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La ATC guiada por IVUS también redujo el riesgo de TVF sin infarto de miocardio periprocedimiento (2.0% vs 6.7%; HR 0.29, IC95%: 0.15-0.57; P < 0.001) y la mortalidad por todas las causas (HR 0.30; IC95%: 0.10-0.93; P = 0.037).
No se observaron diferencias significativas en la trombosis del stent ni en los eventos de sangrado mayor entre ambos grupos.
¿Qué podemos recordar?
El estudio IVUS-ACS demuestra que la ATC guiada por IVUS mejora los resultados clínicos a 1 año en pacientes con diabetes y SCA, ofreciendo una alternativa superior en el manejo de esta población de alto riesgo.
Los resultados se publicaron simultaneamente en JACC: Cardiovascular Interventions