Al menos uno de cada 3 pacientes sometidos a cirugía cardíaca desarrolla fibrilación auricular (FA), con la mayoría de los episodios ocurriendo en los primeros 5 días postoperatorios.
Su aparición se asocia con un aumento en la morbimortalidad a corto y largo lazo, prolongación de las estancias en la unidad de cuidados intensivos y hospitalarias y mayores costos en la atención.
En muchos centros, se administra suplementos de potasio a los pacientes después de la cirugía para mantener los niveles séricos en un rango normal-alto (‘control estricto’) para prevenir la FA. Sin embargo, la evidencia que respalda esta práctica es limitada.
El estudio TIGHT-K, fue un ensayo aleatorizado de no inferioridad que reclutó a pacientes sin antecedentes de arritmias auriculares programados para una cirugía de revascularización miocárdica (CRM) aislada en 3 centro del Reino Unido y Alemania.
Los pacientes fueron aleatorizados en una proporción de 1:1 a una estrategia de control estricto de potasio (suplementación de potasio si los niveles séricos caían por debajo de 4.5 mEq/L) o a un control relajado de potasio (suplementación de potasio solo si los niveles séricos caían por debajo de 3.6 mEq/L).
El punto final primario fue la aparición de FA postoperatoria dentro de las 120 horas posteriores a la cirugía hasta el alta hospitalaria, lo que ocurriera primero.
La FA de nueva aparición se definió como un episodio de FA, aleteo o taquiarritmia, de al menos 30 segundos de duración.
Se incluyeron 1.690 pacientes con una edad media de 64.7 años, con una puntuación promedio de EuroSCORE II de 1.5%, de los cuales el 15% eran mueres.
No se encontraron diferencias significativas en el punto final primario entre el grupo de control relajado y el grupo de control estricto (27.8% vs. 26.2%, respectivamente).
La tasa de FA de nueva aparición luego de la CRM detectada por cualquier medio (clínicamente y/o monitoreo ambulatorio del ritmo cardiaco) fue del 33% en ambos grupos.
Además, no hubo diferencias significativas en otras arritmias distintas a la FA, incluida la taquicardia ventricular.
El número medio de administración de potasio en el grupo de control relajado fue 0, en comparación con 7 en el grupo de control estricto, y los costos fueron 4 veces más altos con el control estricto.
Mensaje Final
El ensayo TIGHT-K demostró que un control relajado de los niveles de potasio, suplementando solo cuando los niveles caen por debajo del límite inferior de lo normal, fue no inferior en términos de efectividad y seguridad a un control estricto para la prevención de la fibrilación auricular después de la cirugía cardíaca.
Además, el control relajado se asoció con una menor utilización de recursos de atención médica en comparación con el control estricto.