Existe evidencia, en su mayoría derivada de análisis de subgrupos de grandes ensayos clínicos, que sugiere que el implante valvular aórtico percutáneo (TAVI), en comparación con la cirugía de reemplazo valvular aórtico (CRVA), podría ser más efectivo en mujeres que en hombres.
Esta diferencia ha llevado a querer entender mejor el impacto del TAVI en función del género, especialmente dado que las mujeres tienden a presentar características anatómicas y fisiopatológicas distintas que podrían influir en los resultados.
El estudio RHEIA, fue un ensayo clínico aleatorizado que reclutó mujeres con estenosis aórtica severa sintomática independiente del riesgo quirúrgico, con excepción de aquellas con riesgo prohibitivo.
Las participantes fueron asignadas aleatoriamente en una proporción 1:1 para someterse a TAVI transfemoral con implante de una válvula balón expandible de tercera generación o a cirugía de reemplazo de válvula aórtica.
El punto final primario fue un compuesto de mortalidad por cualquier causa, accidente cerebrovascular, y rehospitalización por síntomas relacionados con la válvula o el procedimiento o el empeoramiento de la insuficiencia cardiaca a un año de seguimiento.
Un total de 443 pacientes fueron aleatorizadas, con una edad media de 73 años y un puntaje promedio de STS de 2.1.
La incidencia del punto final primario fue significativamente menor en el grupo TAVI en comparación con el grupo quirúrgico (8.9% vs. 15.6%, HR 0.55, IC95%: 0.34-0.88, p=0.03).
La diferencia absoluta en la tasa de eventos entre los grupos fue de -6.8% y el límite superior del IC del 95% en ambos lados cumplió con los criterios tanto de no inferioridad como de superioridad.
La reducción en el punto final primario se debió predominantemente a la disminución de las rehospitalizaciones por síntomas relacionados con la válvula, el procedimiento o por empeoramiento de la IC.
No se observaron diferencias significativas en la mortalidad por cualquier causa o en la incidencia de accidente cerebrovascular.
Además, el TAVI se asoció con una menor incidencia de FA de nuevo inicio en comparación con la cirugía (3.3% vs. 28.8%, p<0.001), una menor duración de la estancia hospitalaria (4 días vs. 9 días, respectivamente), pero también con una mayor tasa de implante de marcapasos permanente (8.8% vs. 2.9%, p=0.01) y de insuficiencia aórtica paravalvular leve al año de seguimiento (15.5% vs. 2.4%, p<0.001).
Mensaje Final
En mujeres con estenosis aórtica severa, el TAVI con dispositivos balón expandibles, fue superior a la cirugía de reemplazo valvular aórtico para reducir el punto final primario compuesto de mortalidad por cualquier causa, ACV y rehospitalización por síntomas relacionados con la válvula o el procedimiento o empeoramiento de la insuficiencia cardiaca a un año de seguimiento.
Esta superioridad fue a expensas de una menor tasas de rehospitalizaciones.