Las guías actuales de manejo clínico recomiendan un tratamiento médico ajustado al riesgo en pacientes con tromboembolismo de pulmón (TEP). En este contexto, el tratamiento médico óptimo (TMO, compuesto de anticoagulación, estrategias de reperfusión y tiempo total de hospitalización) aún es motivo de debate.
Diversos estudios han demostrado el beneficio de los anticoagulantes orales directos (DOACs) en pacientes con TEP. A su vez, los DOACs han presentado superioridad en relación a los antagonistas de la vitamina K en términos de ocurrencia de sangrados clínicamente relevantes, como beneficios en el seguimiento de la eficacia anticoagulante. Sin embargo, hasta la fecha no se ha determinado el momento óptimo del switch desde la anticoagulación parenteral a la oral, en pacientes con TEP de intermedio riesgo.
Este estudio realizado por Frederikus Klok y colaboradores de la Universidad de Mainz (Alemania) tuvo como principal objetivo analizar la eficacia y seguridad del switch desde anticoagulación parenteral a dabigatrán, en pacientes con TEP de riesgo intermedio.
Fue un estudio de fase 4, multicéntrico de simple rama (estudio PEITHO-2) que incluyó pacientes sintomáticos con TEP de riesgo intermedio, con o sin trombosis venosa profunda (TVP) concomitante. Se administró al total de la cohorte tratamiento anticoagulante parenteral con heparina no fraccionada (HNF) o de bajo peso molecular (HBPM) por un periodo de 72 horas, y luego se realizó el switch a tratamiento vía oral con dabigatrán (150 mg/día). Se analizó como objetivo primario a la ocurrencia del tromboembolismo venoso recurrente o muerte secundaria a TEP, con un periodo de seguimiento de 6 meses.
La estrategia de switch temprano de anticoagulación parenteral a dabigatrán en pacientes con tromboembolismo de pulmón de riesgo intermedio fue una estrategia con una elevada eficacia y seguridad.
Se incluyeron para el análisis un total de 402 pacientes. La edad promedio de la población muestral fue de 69.5 años, con un 48% de sexo femenino. El tiempo promedio de seguimiento fue de 217 días, con una adherencia al protocolo médico del 92%. Se observó la ocurrencia del objetivo primario clínico en el 2% (n=7, p<0.0001).
A los 6 meses de seguimiento, el 3% de los pacientes presentó al menos un episodio de sangrado mayor, mientras que el 4% presentó un sangrado no mayor clínicamente relevante, y sólo un paciente del total de la cohorte presentó un sangrado fatal, previo al switch con dabigatrán.
De acuerdo a los hallazgos observados, el switch temprano a anticoagulación oral en este subgrupo de pacientes pareciera ser una estrategia terapéutica segura y eficaz, vinculándose a una baja incidencia de eventos clínicos adversos, lo cual favorece la optimización de los recursos médicos, acortando el tiempo final de hospitalización.
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Médico Cardiólogo UBA-SAC - Residente de Hemodinamia y Cardiología Intervencionista en Hospital Italiano de Buenos Aires - Editor MedEcs.