Diversos estudios han demostrado que la presencia de enfermedad vascular periférica (EVP) se asocia a un mayor riesgo de eventos cardiovasculares adversos, lo cual genera un gran impacto deletéreo en la calidad de salud a nivel poblacional. En este contexto, la identificación del subgrupo de pacientes de mayor riesgo y la instauración oportuna de estrategias terapéuticas destinadas al control de los factores de riesgo cardiovascular, como la cesación tabáquica y cambios en el estilo de vida, pueden generar un gran beneficio en pacientes con EVP.
Los cambios en el estilo de vida y las estrategias farmacológicas prescritas son la primera línea de abordaje terapéutico en pacientes con EVP y claudicación intermitente, considerándose la revascularización para aquellos pacientes con síntomas refractarios a esta estrategia. La evidencia científica que demuestra un beneficio en términos de salud asociado a la estrategia de revascularización seleccionada en pacientes con EVP deriva de pequeños estudios observacionales, y no fue considerado como objetivo primario en la mayoría de ellos.
Los estudios que realizaron el contraste entre la eficacia del ejercicio físico supervisado en relación a las estrategias de revascularización prescritas de pacientes con EVP han demostrado un beneficio comparable, aunque la revascularización genera un beneficio más precoz y duradero. Sin embargo, hay que considerar que estos estudios pueden no ser representativos de pacientes con EVP pertenecientes al ‘mundo real’, por lo que es necesaria información perteneciente a este subgrupo de pacientes en términos del beneficio del tratamiento invasivo, en relación a un abordaje más conservador.
El objetivo del presente estudio realizado por Suveen Angraal y colaboradores de la Universidad de Yale (USA) fue contrastar el beneficio de un abordaje invasivo precoz, en relación a un abordaje conservador, en pacientes con EVP y claudicación intermitente pertenecientes al ‘mundo real’.
El estudio PORTRAIT fue un registro prospectivo multicéntrico observacional que incluyó pacientes con EVP, caracterizando mediante a un cuestionario desarrollado y validado para tal fin (Peripheral Artery Questionnaire [PAQ]) el estado de salud de los pacientes con nuevo desarrollo o empeoria de la claudicación intermitente, tanto al momento de la presentación como a 3, 6 y 12 meses de seguimiento. De esta forma, se realizó el contraste de las trayectorias de estado de salud entre la estrategia de revascularización precoz y el abordaje terapéutico no invasivo, respectivamente.
En pacientes con enfermedad vascular periférica sintomática por claudicación intermitente, el tratamiento invasivo precoz presentó un mayor beneficio de salud en relación al tratamiento conservador.
Luego de un analisis por score de propension se obtuvo una poblacion muestral de 1000 pacientes, con una edad promedio de 67.4±9.3 anos y un 62.8% de sexo masculino. Del total de pacientes analizados, el 29.7% (n=297) fue sometido a un procedimiento de revascularización precoz, mientras que el 70.3% (n=703) fue sometido a una estrategia terapéutica de tratamiento conservador.
Luego de un año de seguimiento, se evidenció que el subgrupo de pacientes sometidos a una estrategia de revascularización precoz presentaron un mayor nivel de salud, en relación al subgrupo de pacientes bajo un tratamiento conservador (p de interacción p<0.001). Así, el promedio de modificación en el puntaje del cuestionario PAQ fue de 30.8±25.2 en el subgrupo de pacientes bajo un tratamiento invasivo, en relación a 16.7±23.4 puntos de aquellos tratados mediante una estrategia de tratamiento conservador (p<0.001).
