Hasta la fecha, aún es tema de controversia el impacto clínico de la determinación de placas ateroscleróticas carotídeas, objetivadas mediante resonancia magnética (RM), en la población general asintomática. En este contexto, existe la presunción de que el grosor de la pared carotídea (GC), un subrogante de la carga de aterosclerosis, podría ser un factor de riesgo independiente de eventos clínicos cardiovasculares adversos.
Por este motivo, el presente trabajo realizado por Gerd Brunner y colaboradores de la Universidad de Pensylvania (USA), tuvo como objetivo analizar la asociación entre el GC caracterizado mediante RM, con la incidencia de eventos clínicos cardiovasculares adversos (ECV).
Este fue un subestudio del ensayo clínico ARIC (ARIC Carotid MRI), estudio prospectivo epidemiológico que evaluó la incidencia de ECV en pacientes asintomáticos. Los pacientes del estudio pivotal fueron incluidos durante el periodo comprendido entre 1987 a 1989, mientras que el análisis del presente subestudio fue realizado entre enero de 2004 a agosto de 2020. Se consideraron para el análisis la incidencia de ECV con una mediana de seguimiento de 10.5 años.
En pacientes asintomáticos, la presencia de core lipídico intraplaca aterosclerótica carotídea, objetivado mediante resonancia magnética, fue un factor predictor de eventos clínicos cardiovasculares adversos, independientemente del máximo grosor parietal.
Del total de la cohorte del estudio ARIC (n=15792), se analizaron un total de 2066 pacientes, con un porcentaje de sexo femenino de 55.8%. Se evidenció en el subgrupo de pacientes con ECV (13.7%) un mayor índice normalizado de GC, en relación con los pacientes sin ECV (86.3%; mediana de 0.48 [RIC0.36-0.62] vs. 0.43 [RIC 0.34-0.55]; p<0.001).
A su vez, aquellos pacientes con ocurrencia de ECV presentaban un GC máximo incrementado (mediana 2.22 mm [RIC 1.37-3.52] vs. 1.96 [RIC 1.29-2.85]; p=0.01); mayor estenosis carotídea (mediana 5% [RIC 0-22] vs. 0% [RIC0-13]; p<0.001); y un mayor core lipídico (mediana 0.05 mL [RIC 0.02-0.011] vs. 0.03 mL [RIC 0.01-0.07]; p=0.03), en relación a los pacientes sin ocurrencia de ECV, respectivamente.
Se observó que la presencia de core lipídico fue un factor de riesgo independiente de ECV, aún luego del ajuste por los factores de riesgo cardiovascular convencionales y el máximo GC evidenciado (HR 2.48 [IC95% 1.36-2.51]; p=0.003); por el contrario, no se identificó una asociación entre la presencia de calcificación parietal carotídea con la incidencia de ECV.
Debido a la baja incidencia de hemorragia carotídea intraplaca no se logró evidenciar una asociación entre esta y ECV. A su vez, se identificó a el área de lumen carotídeo y el máximo grado de estenosis como factores de riesgo de ECV solo cuando fueron ajustados por los factores de riesgo cardiovascular convencionales.