Si bien se han aprobado varias vacunas contra COVID-19 que son muy eficaces para reducir la incidencia de hospitalización y muerte, la cobertura de éstas continúa siendo insuficiente, por lo que resulta necesario nuevos tratamientos que reduzcan el riesgo de progresión de la COVID-19.
Molnupiravir es un prodroga antiviral de N-hicroxicitidina (NHC), que tiene actividad contra el SARS-CoV-2. Luego de la administración oral de Molnupiravir, el NHC circula sistémicamente y se fosforila intracelularmente a trifosfato de NHC, el cual es incorporado al ARN viral por la ARN polimerasa viral y posteriormente, la polimerasa viral se desvía para incorporar guanosina o adenosina durante la replicación viral. Esto conduce a una acumulación de errores deletéreos en todo el genoma viral que, en última instancia, hace que el virus no pueda replicarse.
Se publicaron en NEJM los resultados del estudio MOVe-OUT, estudio en fase 3, doble ciego, aleatorizado y controlado por placebo que evaluó la seguridad y eficacia del tratamiento con molnupiravir iniciado dentro de los 5 días del inicio de los síntomas en pacientes con COVID-19 leve-moderado, no hospitalizados, no vacunados y con por lo menos un factor de riesgo para COVID-19 severo.
Los participantes fueron aleatorizados a recibir 800 mg de molnupiravir o placebo dos veces al día por 5 días.
El punto final primario de eficacia la incidencia de hospitalización o muerte a 30 días.
El punto final primario de seguridad fue la incidencia de eventos adversos.
Se planeó un análisis intermedio cuando el 50% de los 1550 participantes cumplieron el seguimiento a 30 días. Dado los resultados de eficacia y seguridad obtenidos, el comité independiente de monitoreo de datos recomendó la interrupción anticipada del reclutamiento, momento en el cual se habían incluido 1433 participantes (el 92% de los previstos).
Se aleatorizaron 1433 participantes, 716 asignados a recibir molnupiravir y 717 a placebo.
Con la excepción del sexo, las características basales demográficas y clínicas fueron similares en ambos grupos. El 47.7% de los participantes fueron aleatorizados dentro de los 3 días o menos del inicio de los síntomas y el 44.5% presentaban COVID-19 moderado.
El factor de riesgo más frecuente fue la obesidad (73.7%) seguido por la edad mayor de 60 años (17.2%) y diabetes (15.9%).
De todos los participantes que tenían disponibles la secuenciación genética del virus, las variantes más frecuentemente encontradas fueron delta (58.1%), mu (20.5%) y gamma (10.7%).
La superioridad del molnupiravir fue demostrada en el análisis intermedio.
El riesgo de hospitalización por cualquier causa o muerte a 30 días fue menor en el grupo molnupiravir comparado con placebo (7.3% vs 14.1%, diferencia -6.8%; IC 95%: -11.3 a -2.4; p=0.001).
Estos resultados de eficacia cumplieron el criterio estadístico de superioridad sobre el placebo, y representó la evaluación formal de la eficacia para el ensayo.
En el análisis de todos los participantes aleatorizados, la ocurrencia del punto final primario de eficacia fue significativamente menor con el molnupiravir (6.8% vs 9.7%, respectivamente; diferencia -3%; IC 95%: -5.9 a -0.1).
Los resultados de los análisis de subgrupos fueron consistentes con los resultados globales. En algunos subgrupos, como los pacientes con evidencia de infección por SARS-CoV-2 previa, aquellos con una carga viral baja y los diabéticos, la diferencia de eventos favoreció al placebo.
No se encontraron diferencias significativas en los eventos adversos entre el molnupiravir y el placebo (30.4% vs 33%, respectivamente).
¿Qué podemos recordar?
El tratamiento temprano con molnupiravir redujo el riesgo de hospitalización o muerte en pacientes de riesgo con COVID-19 no hospitalizados, leve-moderado y no vacunados.