Las dietas a base de plantas (DBP) parecen conferir beneficios para la salud cardiovascular.
Estas dietas maximizan el consumo de alimentos vegetales ricos en nutrientes al tiempo que minimizan o eliminan los alimentos procesados y los productos de origen animal.
El estudio de cohorte Adventista, demostró que quienes seguían una DBP reducían el riesgo de desarrollar hipertensión en casi un 75%.
Las dietas vegetarianas en pacientes con enfermedad cardiovascular también se asociaron con costos médicos significativamente menores.
Sin embargo, una DBP planificada de forma inadecuada, puede a conducir a deficiencias nutricionales.
Justina Dressler y cols. analizaron los perfiles nutricionales de individuos que adoptaron una DBP como parte del estudio CardioVeg.
Los participantes, hombres y mujeres con una edad entre 25 a 75 años, con factores de riesgo cardiovascular, fueron asignados aleatoriamente a una intervención de DPB integrales (“whole foods plant based diet”, n=36) o a un grupo control (n=34) durante 8 semanas.
Los participantes del grupo DBP asistieron a 8 reuniones grupales de 90 minutos de duración, y a dos clases de cocina de 120 minutos, mientras que a los participantes del grupo control se les pidió que mantuvieran una dieta omnívora.
La DBP consistió en una ingesta ad libitum de vegetales, cereales (granos), legumbres y frutas.
Al comienzo del estudio y luego de las ocho semanas se documentaron, para cada participante los datos antropométricos y la presión arterial y se tomaron muestras de sangre para laboratorio.
La ingesta de nutrientes fue comparada al comienzo y al fin de las ocho semanas y también entre ambos grupos.
En un subgrupo de participantes (18 en el grupo DBP y 19 en el grupo control) se analizó la ingesta de nutrientes.
En este subgrupo de participantes, la mayoría eran mujeres (61.1% en el grupo DBP y 89.5% en el grupo control, y la edad media de los participantes era 61.1 y 62.8 años en el grupo DBP y control, respectivamente).
La dieta DBP se asoció con varios beneficios, entre los que se incluyen una menor densidad energética de la ingesta, y una menor ingesta de colesterol, grasas saturadas y sal.
La DBP se asoció también con una mayor ingesta de fibra, que siempre alcanzo el nivel recomendado de 30 g/día, nivel no alcanzado por el grupo control y se asoció también con una mayor ingesta de ácido alfa-linolénico.
Con la DBP los participantes ingirieron las cantidades recomendadas de vitaminas y minerales excepto de vitaminas B2, B3, B5, B6 y B12 y de vitamina D.
Con la DBP se documentó, al fin de las ocho semanas, una significativa reducción del peso, del índice de masa corporal, de la circunferencia de cintura, de la hemoglobina glicosilada, y glucemia en ayunas.
En general, se puede concluir que la dieta ABDP tuvo una mejor composición de nutrientes para la salud cardiovascular que la dieta omnívora del grupo control.
Registrate en MedEcs y sumate a nuestra comunidad para estar al día con las novedades en Cardiología
El estudio indica que seguir una dieta a base de plantas aumentaría la ingesta de nutrientes beneficiosos para la salud cardiovascular y metabólica mientras se monitoreen los niveles sanguíneos de micronutrientes
Pocos pacientes incluidos
Reaccione a este Artículo
Médica Cardióloga, Escritora Médica y Editora Científica. Charleston, South Carolina, USA