La actividad física (AF) es clave en la prevención de enfermedades no transmisibles y en la reducción del riesgo de muerte. Las guías de la Organización Mundial de la Salud recomiendan al menos 150 minutos semanales de actividad física moderada a vigorosa (AFMV) para los adultos, poniendo énfasis no solo en la cantidad, sino también en la intensidad del ejercicio. Sin embargo, aún persiste la duda sobre si la forma en que se distribuye esta actividad a lo largo de la semana tiene un impacto en los resultados en salud.
Un patrón frecuente entre millones de personas es concentrar el ejercicio en uno o dos días por semana, lo que se conoce como “guerrero de fin de semana”. Esta modalidad, motivada muchas veces por limitaciones de tiempo, ha sido objeto de debate. Algunos estudios observacionales sugieren que este patrón aporta beneficios similares a los de una práctica más regular, mientras que otros no muestran diferencias claras. Además, gran parte de la evidencia proviene de datos autoinformados, sujetos a sesgos y errores de medición.
A fin de abordar estas limitaciones, Dan‐Qing Liao y cols. realizaron un estudio de cohorte con datos de más de 90.000 participantes del UK Biobank, todos con registros objetivos de actividad física obtenidos mediante acelerómetros.
El objetivo fue evaluar la asociación entre distintos patrones de AFMV —ya sea regular o concentrada en uno o dos días— y el riesgo de mortalidad por cualquier causa, por enfermedad cardiovascular y por cáncer. También se exploraron posibles factores que pudieran modificar estas asociaciones.
Los participantes incluidos contaban con registros completos de actividad física medida por dispositivos durante una semana, entre 2013 y 2015. Se definieron tres patrones de AFMV: inactivos, activos tipo “guerrero de fin de semana” y activos regulares.
El estudio incluyó 93.409 participantes con una edad media de 62.4±7.9 años, con un 56.4% de mujeres. El 42.6% de los participantes fueron clasificados como activos tipo “guerrero de fin de semana”, el 23.6% como activos regulares y el 33.8% como inactivos.
Durante una mediana de seguimiento de 8,1 años, se registraron 3965 muertes por cualquier causa, incluidas 667 por enfermedad cardiovascular y 1780 por cáncer.
Tanto las personas activas con un patrón tipo “guerrero de fin de semana” como aquellas con un patrón de actividad física regular mostraron una reducción significativa en el riesgo de mortalidad en comparación con el grupo inactivo, siempre que alcanzaran los 150 minutos semanales recomendados de actividad física moderada a vigorosa (AFMV).
En el grupo “guerrero de fin de semana”, el riesgo de muerte por cualquier causa se redujo en un 32% (HR: 0,68; IC 95%: 0,64–0,74), el riesgo de muerte cardiovascular en un 31% (HR: 0,69; IC 95%: 0,58–0,83) y el riesgo de muerte por cáncer en un 21% (HR: 0,79; IC 95%: 0,71–0,89).
En el grupo activo regular, la reducción del riesgo fue similar: 26% menos riesgo de muerte por cualquier causa (HR: 0,74; IC 95%: 0,68–0,81), 24% menos riesgo de muerte cardiovascular (HR: 0,76; IC 95%: 0,61–0,94) y 13% menos riesgo de muerte por cáncer (HR: 0,87; IC 95%: 0,76–0,99).
No se observaron diferencias significativas en el riesgo de mortalidad entre los grupos activo regular y guerrero de fin de semana.
¿Qué podemos recordar?
Realizar actividad física concentrada en 1 a 2 días se asoció con una reducción del riesgo de mortalidad similar a la observada con una distribución más uniforme de la actividad. Estos hallazgos son especialmente relevantes para personas con limitaciones de tiempo que dificultan una práctica regular de ejercicio a lo largo de la semana.