El consumo de bebidas azucaradas (BA) está directamente relacionado con el aumento de peso excesivo y con enfermedades cardiometabólicas como la diabetes tipo 2 (DBT2) y las enfermedades cardiovasculares (ECV). Este vínculo ocurre tanto de manera directa como mediado por el incremento de peso corporal.
Debido a su forma líquida, las BA son consumidas y digeridas rápidamente, lo que reduce la sensación de saciedad, incrementa la ingesta calórica y favorece el aumento de peso. Las altas dosis de glucosa de rápida absorción estimulan la liberación de insulina y otras vías regulatorias, lo que promueve la acumulación de grasa visceral, la resistencia a la insulina en el hígado y en los músculos esqueléticos, y el aumento de peso. Por otro lado, las elevadas concentraciones de fructosa, también de rápida digestión, estimulan directamente la síntesis de grasa hepática, lo que conlleva a la acumulación de grasa ectópica y disfunción metabólica tanto en el hígado como en los músculos. Además, las BA pueden reemplazar alimentos más saludables, agravando el daño al excluir nutrientes esenciales.
El exceso de adiposidad y la disfunción metabólica activan citocinas inflamatorias, lo que aumenta el riesgo de hipertensión, dislipidemia y diabetes. Estos factores de riesgo aceleran la aterosclerosis y la inestabilidad de placas, contribuyendo a eventos cardiovasculares isquémicos. Por tanto, tanto los efectos directos como los mediados por adiposidad de las BA son relevantes para evaluar sus impactos en la salud.
A pesar de los avances en la comprensión del papel de las BA en la salud, aún se carece de una evaluación actualizada y exhaustiva de la carga global de enfermedades atribuibles al consumo de estas bebidas.
Laura Lara-Castor y cols. estimaron las cargas de DBT2 y ECV atribuibles a las BA en 184 paises entre 1990 y 2020, a nivel global, regional y nacional, utilizando datos de la Base de Datos Dietética Global, que incluye 450 encuestas realizadas en 118 países, representando a 2.9 millones de personas y al 87.1% de la población mundial.
Definición y Distribución del Consumo de Bebidas Azucaradas
Se definieron las BA como cualquier bebida con azúcares añadidos que contenga al menos 50 kcal por cada 8 oz (240 ml), incluyendo bebidas comerciales o caseras, refrescos, bebidas energéticas, jugos de frutas, ponches, limonadas y aguas frescas. Se excluyeron los jugos de frutas y vegetales 100% naturales, las bebidas no calóricas con edulcorantes artificiales y la leche endulzada.
Utilizando modelos bayesianos, se estimó que en 2020 los adultos consumieron a nivel global, un promedio de 2.6 porciones de 8 oz (248 g) por semana. Regionalmente, este consumo varió desde 0.7 porciones en el sur de Asia hasta 7.3 en América Latina y el Caribe.
Entre los 30 países más poblados, los mayores consumos se observaron en Colombia (17.4 porciones), Sudáfrica (9.6) y México (8.5), mientras que los menores consumos ocurrieron en India, China y Bangladesh (0.2 porciones).
Cargas globales de DBT y ECV atribuibles a las Bebidas Azucaradas
En 2020, a nivel mundial, se atribuyeron 2.2 millones de nuevos casos de DBT2 y 1.2 millones de nuevos casos de ECV al consumo de BA, lo que representó el 9.8% y el 3.1%, respectivamente, de todos los casos incidentes.
Entre los 30 países más poblados, los mayores números absolutos de nuevos casos de diabetes tipo 2 atribuibles a las BA se presentaron en México (2,007 por millón de adultos), Colombia (1,971) y Sudáfrica (1,258).
Para ECV, las mayores cifras se observaron en Colombia (1,084), Sudáfrica (828) y México (721).
La carga atribuible a las BA fue mayor en hombres que en mujeres, en adultos jóvenes en comparación con los mayores, en personas con mayor nivel educativo frente a las de menor nivel educativo, y en áreas urbanas respecto a las rurales.
Variación Regional de la Carga Atribuible
Por región, los mayores porcentajes de carga atribuible a las BA se observaron en América Latina y el Caribe (DBT2: 24.4%; ECV: 11.3%) y en África Subsahariana (DBT2: 21.5%; ECV: 10.5%).
Entre 1990 y 2020, la proporción de casos de diabetes tipo 2 atribuibles a las bebidas azucaradas aumentó un 1.3%, mientras que la de enfermedades cardiovasculares disminuyó ligeramente en un 0.1%.
Las regiones con mayores aumentos en la carga atribuible a las SSB fueron África Subsahariana (T2D aumentó 8.8 puntos y CVD 4.4 puntos) y algunas áreas de Oriente Medio, África del Norte y Europa Central. En cambio, otras regiones, como América Latina y los países de altos ingresos, mostraron una leve disminución en las cargas de DBT2 y ECV.
Entre los 30 países más poblados, Colombia experimentó el mayor aumento en los casos nuevos de diabetes tipo 2 atribuibles a bebidas azucaradas, con un incremento de 793 casos por millón de adultos. Estados Unidos, Argentina, Myanmar y Tailandia también mostraron aumentos significativos.
En cuanto a enfermedades cardiovasculares, los mayores aumentos se observaron en Nigeria, Rusia, Colombia y Tailandia. Por el contrario, Turquía registró la mayor disminución en los casos de diabetes tipo 2 atribuibles a las SSB, y se observaron reducciones significativas en los casos de ECV en Turquía, Estados Unidos, Sudáfrica y el Reino Unido.
¿Qué podemos recordar?
Este estudio resalta los países y subpoblaciones más afectadas por las enfermedades cardiometabólicas asociadas al consumo de SSBs, contribuyendo al diseño de políticas e intervenciones efectivas para reducir estas cargas a nivel global.