Desde la introducción del implante valvular aórtico percutáneo (TAVI), han surgido interrogantes sobre la durabilidad de las prótesis, especialmente tras su expansión a pacientes más jóvenes. Evaluar esta durabilidad resulta complicado debido al riesgo competitivo de mortalidad y a la falta de una definición estándar para la disfunción valvular post-TAVI.
En este contexto, el Valve Academic Research Consortium-3 (VARC-3) ha propuesto una definición actualizada de disfunción valvular, que considera los cambios dinámicos en los parámetros hemodinámicos ecocardiográficos en lugar de valores fijos. Esta definición permite un diagnóstico más preciso del deterioro hemodinámico valvular (DHV), que representa una de las principales preocupaciones a largo plazo después de la intervención.
Bashir Alaour y cols. utilizando los datos del Registro Bern TAVI, evaluaron la incidencia, los predictores y resultados clínicos del DHV luego del TAVI según los criterios VARC-3.
El DHV moderado se definió como un aumento en el gradiente transvalvular medio ≥10 mm Hg que resultó en un gradiente medio ≥20 mm Hg con una disminución concomitante en el área efectiva de orificio (EOA) ≥0.3 cm² detectada ≥90 días después de TAVI en comparación con la evaluación ecocardiográfica al alta o a los 30 días después de TAVI, o una nueva ocurrencia o aumento de ≥1 grado de insuficiencia aórtica (IAo) intraprotésica que resultó en IAo moderada ≥90 días después de TAVI.
El DHV grave se definió como un aumento en el gradiente transvalvular medio ≥20 mm Hg que resultó en un gradiente medio ≥30 mm Hg con una disminución concomitante en el EOA ≥0.6 cm² a ≥90 días después de TAVI en comparación con la evaluación ecocardiográfica al alta o a los 30 días después de TAVI, o una nueva ocurrencia o aumento de ≥2 grados de IAo intraprotésica que resultó en IAo grave a ≥90 días después de TAVI.
El estudio incluyó un total de 2.403 pacientes, con una edad media de 81.8 ± 6.2 años, de los cuales el 48.4% fueron mujeres. La mediana del puntaje de riesgo STS fue de 3.8%. De los procedimientos realizados, el 93% fueron por vía transfemoral y el 57% de las prótesis fueron balón-expandibles.
Los resultados mostraron que la incidencia acumulada de DHV moderado o severo fue del 2.2%, 10.8% y 25.6% a 1, 5 y 10 años, respectivamente.
Predictores independientes de DHV
Se identificaron varios predictores independientes de DHV:
- Volumen de calcio del complejo valvular aórtico (HR: 1.81; IC 95%: 1.11-2.97; P = 0.018).
- Regurgitación aórtica residual al alta (HR: 1.87; IC 95%: 1.34-2.60; P < 0.001).
- Tratamiento con anticoagulantes orales (HR: 1.78; IC 95%: 1.00-3.15; P = 0.048).
En la cohorte de casos y controles (DHV, n = 155; sin DHV, n = 600), los pacientes con DHV presentaron tasas similares de mortalidad por cualquier causa, mortalidad cardiovascular y endocarditis infecciosa anual, pero mostraron tasas más altas de reintervención valvular aórtica (RR 4.81; IC 95%: 1.74-13.26; P = 0.001).
¿Qué podemos recordar?
El DHV se presentó en hasta 1 de cada 4 pacientes durante los 10 años posteriores al TAVI, lo que subraya la importancia de un seguimiento a largo plazo.
Este deterioro se asoció con un aumento significativo en el riesgo de reintervención valvular aórtica.
Los predictores identificados, como el volumen de calcio, la regurgitación aórtica residual y el uso de anticoagulantes orales, deben ser considerados en la evaluación clínica de los pacientes post-TAVI para identificar a aquellos con mayor riesgo de desarrollar DHV.