La actividad física se asocia a una reducción en el riesgo de muerte, enfermedad cardiovascular y ciertos tipos de cáncer. Las Guías de Practica Clínica, basadas en datos procedentes de cuestionarios, recomiendan realizar entre 150-300 minutos de actividad física de intensidad moderada o 75-150 min de actividad física vigorosa a la semana. Se hace hicanpie que cuenta toda la actividad realizada en todos los ámbitos de la vida, independientemente de la duración de la sesión.
La actividad física vigorosa intermitente de estilo de vida (VILPA por sus siglas en Inglés) implica episodios breves y esporádicos (de 1 o 2 minutos de duración) de actividad física vigorosa realizada como parte de la vida diaria, tales como caminar muy rápido mientras se va al trabajo, o se va de un lugar a otro o al subir escaleras. Es probable que muchas actividades de la vida diaria provoquen un esfuerzo de este tipo en adultos físicamente inactivos que no hacen ejercicio habitualmente. A diferencia de los cuestionarios, los dispositivos portátiles registran continuamente el movimiento con una alta resolución, lo que permite captar patrones detallados de breves episodios de actividad física, como la VILPA.
Emmanuel Stamatakis y cols. evaluaron la asociación entre la VILPA y el riesgo de mortalidad por todas las causas, cardiovascular y por cáncer, en una muestra de participantes del Biobanco del Reino Unido que declararon no hacer ejercicio en su tiempo libre y que contaban con datos de acelerometría.
Se incluyeron 25.241 personas que no realizaban actividad física con una edad media de 61.8 años y un 43.8% de hombres.
Casi toda la VILPA se produjo en episodios de hasta 1 (92.3%) o 2 minutos (97.7%).
La duración media y máxima de la VILPA diaria fue de 4 y 16 minutos al día y la frecuencia media y máxima de la VILPA fue de 3 y 11 series diarias. El 11.2% de los participantes no registraron VILPA.
Durante un seguimiento promedio de 6.9 años, se produjeron 852 muertes.
La VILPA se asoció inversamente con la mortalidad casi en forma lineal.
Comparados con los participantes que no realizaban VILPA, aquellos que si realizaban VILPA con la frecuencia media de 3 sesiones por día (de 1 o 2 minutos de duración cada una) mostraron una reducción del 38-40% en el riesgo de mortalidad por todas las causas y por cáncer y una reducción del 48-49% en el riesgo de mortalidad cardiovascular.
Además, la duración media de la VILPA de 4.4 minutos al día, se asoció con una reducción del 26-30% del riesgo de mortalidad por todas la causas y por cáncer y del 32-34% del riesgo de mortalidad cardiovascular.
¿Qué podemos recordar?
Tan sólo dos o tres sesiones cortas o aproximadamente 3-4 minutos de VILPA al día se asociaron con un riesgo de mortalidad por todas las causas, cardiovascular y cáncer sustancialmente menor.
Los autores resaltan que las personas a las que el ejercicio estructurado les resulta poco atractivo o inviable pueden considerar la posibilidad de introducir sesiones breves pero regulares de actividad física vigorosa en sus rutinas diarias.
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