La disección coronaria espontánea (SCAD, por sus siglas en inglés) es una causa no aterosclerótica de síndrome coronario agudo (SCA), cada vez más reconocida pero aún subdiagnosticada. Afecta predominantemente a mujeres jóvenes y puede representar hasta un tercio de los casos de SCA en este grupo. Su fisiopatología se basa en la formación de un hematoma intramural, con o sin desgarro de la íntima, que compromete la luz coronaria.
El desarrollo de técnicas avanzadas como el ultrasonido intravascular (IVUS) y la tomografía de coherencia óptica (OCT) ha mejorado sustancialmente su diagnóstico. Sin embargo, el manejo clínico sigue siendo controvertido debido a la escasez de estudios aleatorizados. En general, el tratamiento conservador ha mostrado buenos resultados en casos seleccionados.
La SCAD que compromete el tronco de la coronaria izquierda (TCI) representa una forma poco frecuente pero particularmente grave de esta entidad, dada la extensión del territorio miocárdico afectado y el riesgo elevado de muerte súbita. La evidencia disponible proviene en su mayoría de reportes de casos, por lo que los datos clínicos y terapéuticos son aún limitados. Ante esta situación, Michele Morosato y cols. realizaron una revisión sistemática y un análisis agrupado de casos clínicos publicados entre 1990 y 2023 para caracterizar su presentación clínica, estrategias de manejo y desenlaces.
Se identificaron 132 pacientes diagnosticados con SCAD del TCI, con una edad media de 40 ± 11 años y un 80% mujeres.
El 36% de los casos ocurrió durante el embarazo, y el 95% se presentó con síndrome coronario agudo; el 22% presentó shock cardiogénico y el 8%, arritmias ventriculares.
A un seguimiento mediano de 120 días, la mortalidad por cualquier causa fue del 9%, el 4% requirió asistencia ventricular izquierda o trasplante cardíaco, el 13% sufrió un reinfarto y el 21% necesitó una revascularización miocárdica urgente.
En comparación con el manejo conservador, la revascularización temprana (mediante angioplastia coronaria o cirugía de revascularización) se asoció con una reducción significativa del desenlace compuesto de muerte, asistencia ventricular o trasplante, reinfarto y revascularización urgente (HR ajustado: 0,37; IC 95%: 0,20–0,69; p < 0,001).
¿Qué podemos recordar?
La SCAD del tronco de la coronaria izquierda conlleva una morbilidad y mortalidad aguda significativa.
La revascularización temprana se asoció con una menor incidencia de eventos adversos tempranos en comparación con el manejo conservador, principalmente por la reducción de reinfarto y necesidad de revascularización urgente.
Los autores remarcan que estos datos, de naturaleza generadora de hipótesis, deberán confirmarse en registros prospectivos y ensayos clínicos futuros.