La hipertensión arterial es uno de los principales factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares y afecta a una proporción significativa de la población mundial. A pesar de los avances en su prevención y tratamiento, el control efectivo de la hipertensión sigue siendo un desafío.
Recientemente, la atención se ha centrado en factores nutricionales como posibles moduladores del riesgo de hipertensión.
El folato, una vitamina B esencial, desempeña un papel crucial en la salud cardiovascular al participar en la metilación del ADN y en la regulación de los niveles de homocisteína. Sin embargo, la evidencia sobre la relación entre la deficiencia de folato y la hipertensión sigue siendo limitada y, en algunos casos, contradictoria.
Yanyu Zhang y cols. relizaron un estudio transversal y de cohorte prospectivo utilizando los datos del UK Biobank para evaluar la asociación entre la deficiencia de folato y la hipertensión, así como las relaciones causales mediante el uso de datos observacionales y análisis de aleatorización mendeliana (MR).
El estudio incluyó 219.089 participantes sin hipertensión al inicio, de los cuales 17.670 desarrollaron hipertensión luego de un seguimiento mediano de 12.8 años.
Los resultados indicaron que los participantes con deficiencia de folato tenían un mayor riesgo de hipertensión en comparación con aquellos sin deficiencia (HR 1.42, IC95%: 1.24-1.63).
Los análisis de MR de una muestra con datos individuales proporcionaron evidencia adicional de un efecto causal de la deficiencia de folato sobre el riesgo de hipertensión (OR para el cuartil más alto = 1.07, IC 95%: 1.04-1.10; Ptrend < 0.001).
Además, el análisis de MR de dos muestras respaldó un efecto protector de niveles más altos de folato sérico sobre la presión arterial (PA) y la hipertensión. Para la PA sistólica, los resultados mostraron un efecto protector significativo (β = −2.313, IC 95%: −3.532 a −1.094), y para la PA diastólica también se observó un efecto protector significativo (β = −1.648, IC 95%: −3.085 a −0.211). De manera similar, se encontró un efecto protector en el riesgo de hipertensión (β = −0.049, IC 95%: −0.069 a −0.029).
¿Qué podemos recordar?
Este estudio respalda la hipótesis de que la deficiencia de folato podría ser un factor de riesgo causal para la hipertensión. Las estrategias dirigidas a prevenir la deficiencia de folato podrían desempeñar un papel clave en la reducción del riesgo de hipertensión y en la mejora de los resultados cardiovasculares. Futuros estudios deberían explorar intervenciones específicas y examinar los beneficios potenciales de la suplementación de folato en diferentes grupos de riesgo.